Un funcionario del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent resultó ayer herido tras ser agredido a puñetazos por un interno del centro, según ha denunciado la asociación de trabajadores penitenciarios "Tu abandono me puede matar" (TAMPM), que indica en un comunicado que las asociaciones sindicales y las organizaciones representativas siguen denunciando que no es posible hacer frente a su cometido "con una plantilla cada vez más exigua, especialmente en lo que atañe al personal sanitario y muy en particular a la plantilla de psiquiatras, tan mermada que muchos días no hay ni un solo psiquiatra de servicio".

La nueva agresión en el Psiquiátrico de Fontcalent se produjo en la Unidad de Agudos, uno de los departamentos "más conflictivos y saturados" y en el que están provisionalmente los internos descompensados o que entran en brote psiquiátrico. Según TAMPM, el incidente comenzó a primera hora de la mañana cuando un interno agredió a otro en el Pabellón 2 y por ello fue trasladado al departamento de Agudos.

Fue ubicado provisionalmente en una sala de paseo y cuando estaba siendo trasladado a su celda agredió a un funcionario sin mediar palabra y le propinó varios puñetazos. Sufrió varias heridas en la cara y tras ser atendido en el centro acudió a un centro hospitalario. "La violencia empleada por el interno fue de tal envergadura que requirió de la ayuda de los funcionarios de otros departamentos y del propio jefe de servicios para inmovilizar al paciente y restablecer el orden", afirma la asociación. Fuentes de Instituciones Penitenciarias han confirmado la agresión al funcionario, que tuvo que ser auxiliado por otros compañeros.

"Tu abandono me puede matar" denuncia que la escasez de psiquiatras está provocando un auténtico colapso en la unidad de Agudos, ya que los protocolos "permiten enviar internos al departamento sin necesidad de aprobación del psiquiatra pero no así regresarlos a sus módulos cuando mejoran, ya que para ello sí se necesita de la autorización de un especialista en psiquiatría".

Esta circunstancia, según TAMPM, está provocando que un departamento tan conflictivo como el de Agudos "esté ya al borde de su máxima ocupación, con 23 internos a día de hoy (17 de abril) repartidos en tres plantas, de las que una tiene ya su propio protocolo específico de actuación porque está dedicada exclusivamente a la cuarentena de los que regresan de permiso. A ello hay que añadir que se trata de un departamento mixto, es decir, de hombres y mujeres, lo que todavía complica más si cabe la operatividad del departamento, convirtiendo la asignación de las tres únicas salas de paseo en un verdadero galimatías".

Escasez de medios

La asociación afirma en el comunicado que la escasez de personal y de medios para cuidar a una población de características tan especiales hace que a diario los médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería y celadores tengan que atender simultáneamente varios departamentos, lo que a pesar de su implicación y profesionalidad les aboca a no poder atender correctamente el servicio.

La situación es tan insostenible que la mayoría de los días el Psiquiátrico no tiene absolutamente a ningún psiquiatra de servicio para ocuparse de los más de 270 pacientes psiquiátricos que alberga, afirma TAMPM. "Eso implica que los internos pasen largas temporadas sin ser valorados por un especialista, por lo que el ajuste de sus tratamientos no es actualizado periódicamente y esto conlleva descompensaciones que se traducen en comportamientos disruptivos y en ocasiones muy violentos", añade el colectivo de trabajadores.

"Tu abandono me puede matar" señala que las cifras de incidentes y agresiones confirman que con tan solo dos centros psiquiátricos penitenciarios -Alicante y Sevilla- no es posible atender con garantías a la numerosa población reclusa con problemas psiquiátricos que alberga el conjunto del sistema penitenciario español.

El Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Alicante es único en su categoría en toda la geografía nacional. En todo el Estado solo existe otro de similares características, el de Sevilla, aunque este carece de un módulo específico para mujeres, por lo que todas las mujeres privadas de libertad por temas psiquiátricos deben estar obligatoriamente en el centro de Alicante. El sistema penitenciario catalán, el único que tiene transferidas las competencias, no tiene centros psiquiátricos exclusivos, por lo que atiende a esta tipología de internos mediante departamentos específicos dentro de su red de centros penitenciarios.

A pesar de su particularidad, o tal vez por ella, la Asociación de trabajadores penitenciarios "Tu Abandono Me Puede Matar" afirma que "la falta de medios y de personal hace que los Hospitales Psiquiátricos Penitenciarios de Alicante y de Sevilla tengan uno de los índices de agresiones más altos del país." La asociación se queja también de que los datos oficiales que baraja la Administración Penitenciaria están muy por debajo de los reales puesto que solo contabiliza aquellos incidentes que son registrados en el Protocolo Específico de Actuación Frente a las Agresiones en los Centros Penitenciarios (PEAFA), un procedimiento que califican de "inoperante, inapropiado y pretendidamente farragoso para dificultar así que los trabajadores se acojan a él".

El Covid-19 multiplica la tensión

Por otro lado, la llegada del coronavirus al complejo de Fontcalent, donde hay tres centros penitenciarios, ha provocado ya la muerte de un funcionario y la tensión entre la población reclusa también va en aumento a medida que se hacen patentes las consecuencias de la suspensión de las comunicaciones. Precisamente, dos funcionarios del Psiquiátrico "resultaron gravemente heridos al comunicarle a un interno esa suspensión, mientras que en Cumplimiento se registró días atrás en el módulo 2 un intento de motín que no fue a más gracias a la implicación y profesionalidad de los funcionarios de guardia".