La Policía Nacional ha abordado este jueves un velero cargado con cuatro toneladas de hachís que se dirigía a Ibiza, según ha podido saber El Periódico de Catalunya.

Agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) Central en colaboración con el servicio de Vigilancia Aduanera intervinieron la embarcación, de bandera neerlandesa, a ochenta millas al sur de Ibiza. La Policía detuvo a sus dos tripulantes, dos ciudadanos búlgaros, según apuntan fuentes conocedoras de la operación. La vigilancia de los puertos debida al confinamiento por la pandemia del coronavirus permitió detectar la salida del puerto del velero, que había llamado la atención de los agentes por su "trayectoria errática" y que a partir de ese momento fue controlado.

Posteriormente, la embarcación fondeó frente a costas marroquíes, donde cargó la droga y después se dirigió de regreso hacia la isla de Ibiza. Cuando los agentes iban a abordar el velero, los dos tripulantes prendieron fuego al barco para tratar de quemar la carga, lo que consiguieron en parte.

Destino a la península

El destino final del hachís era la Península, dónde, según las pesquisas policiales, iba a ser repartida. La embarcación se encuentra ya en el puerto de Ibiza, donde va a ser sometida a un registro más completo. En la operación policial han colaborado también agentes de Reino Unido y de Bulgaria.

La Policía Nacional recuerda que "las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas continúan llevando a cabo grandes envíos de estupefacientes que cruzan el Mediterráneo", procedente de países como Marruecos, donde el precio del kilo de hachís oscila entre los doscientos y trescientos euros, cuyo destino es Europa, donde la droga se vende por 1.300 y 1.900 euros el kilo. Los investigadores recuerdan que estas redes utilizan nuestro país "como lugar de compra y como base estratégica".