La Comunidad Valenciana vivió ayer otro día negro en violencia machista al conocerse que un hombre asesinó, el pasado jueves por la noche, a su mujer, Carina A. G., de nacionalidad española y de 35 años, a la que asestó varias puñaladas con un cuchillo en Almassora cuando sus dos hijos, de 7 y 11 años, también se encontraban en la vivienda. Es el primer crimen de violencia machista en España desde el inicio del confinamiento por la alerta sanitaria del coronavirus.

Tras perpetrar el crimen motivado, al parecer, por el anuncio de la joven de que comenzaba los trámites para divorciarse de él, a primera hora de ayer se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de la localidad tras dejar a los dos menores al cuidado de su tía materna, a la que le comunicó lo que había hecho.

Desde la Benemérita también ratificaron que se había perpetrado este asesinato «por violencia de género», así como la apertura de la investigación de los hechos por parte de las fuerzas de seguridad del Estado. El matrimonio, formado por la víctima y por José F. F., el presunto asesino, residía junto a sus dos hijos en un adosado del Camí Om Blanc, de la playa de esta población castellonense, que habían adquirido hacía unos años.

Nada más ser conocedores del luctuoso suceso, los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Almassora se pusieron en contacto de forma inmediata con la familia con el fin de prestarles toda la ayuda que pudieran necesitar -en especial los dos pequeños- e iniciaron de forma inmediata los trámites para que la tía materna pueda quedarse con los dos niños. Además, tal y como ha podido saber este diario, la víctima no tenía orden de protección ni había realizado ninguna denuncia por violencia de género ante el consistorio de la localidad.

La joven, que este año cumplía 36 años, era natural de Almassora y estudió el colegio Embajador Beltrán y en el IES Álvaro Falomir de la localidad. De profesión peluquera, trabajaba como auxiliar en un negocio de este sector.

El asesinato machista de Carina A. G. ha caído como un jarro de agua fría sobre la provincia de Castellón y la Comunidad, al tratarse de la primera muerte por esta causa desde que comenzara el año en esa provincia pero, de forma especial, sobre la población de Almassora cuyos vecinos quedaron conmocionados por el asesinato de Carina a la que muchos conocían por su profesión.

Las campanas de la iglesia de la Natividad no sonaron ayer a las 12.00 horas, como es habitual todos los días, en señal de duelo por la joven asesinada y hoy mismo, desde uno de los balcones del consistorio sonará el Réquiem de Mozart en sustitución del minuto de silencio que se suele convocar cuando se produce un crimen por violencia machista.

Nada más producirse la noticia del asesinato, agentes de la Guardia Civil se personaron en el lugar de los hechos donde, alrededor de las 12.30 horas, se produjo el levantamiento del cadáver tras la intervención de los servicios judiciales. El adosado quedó precintado, ya que la Guardia Civil ha abierto una investigación.