La operación antidroga desplegada por la Policía Nacional en la Zona Norte de Alicante ha permitido desmantelar en dos días cuatro narcopisos y detener a 29 personas, dos de ellas ajenas al tráfico de drogas investigado, pero que fueron detenidas por atentado a agente de la autoridad y por existir una reclamación judicial.

La mayor parte de las 27 personas arrestadas, siete mujeres y veinte varones de nacionalidad española y de entre 62 y 23 años, quedó en libertad con cargos tras prestar declaración en dependencias policiales y media docena seguían ayer en los calabozos a la espera de pasar a disposición judicial. Dos de ellos fueron asistidos en comisaría por el abogado Moisés Candela Sabater y uno de ellos quedó en libertad, mientras que el otro pasará el domingo a disposición judicial.

El pasado miércoles la Policía ya inhabilitó dos viviendas usadas como narcosalas y el jueves por la tarde se llevó a cabo el grueso de la redada, principalmente en el barrio Virgen del Carmen, donde desmantelaron otros dos narcopisos y registraron un tercero en el que no había nada en su interior.

Según la Comisaría Provincial, dada la conflictividad del barrio y el lanzamiento de objetos contra los agentes «se tuvieron que utilizar medios de disuasión», en referencia a disparos de fogueo, y el helicóptero de la Policía.

En los seis registros realizados el jueves intervinieron dos armas de fuego, munición, numerosas armas blancas, cocaína, heroína, hachís, marihuana y dinero de la venta de droga.

Los narcopisos son viviendas ocupadas que habían sido transformadas en auténticos establecimientos de venta y consumo de droga, donde los politoxicómanos acudían para adquirir y consumir de manera clandestina sustancias estupefacientes.

En el operativo participaron agentes de la Policía Judicial y Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de la Comisaría de Distrito Norte, apoyados por la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Brigada de Seguridad Ciudadana, Unidad de Guías Caninos y el helicóptero de la Policía.

La operación sigue abierta «con el fin de devolver al barrio la normalidad que se merece», afirma la Policía, que ampliarán las reuniones con colectivos en situación de riesgo y asociaciones de vecinos para recoger sus inquietudes, propuestas e iniciativas para mejorar la seguridad ciudadana.