La magistrada que investigaba una denuncia por una presunta violación en grupo de cinco hombres a una joven en un piso de Alicante ha archivado el caso ante la falta de pruebas y las contradicciones en el testimonio de la joven de 19 años, según el auto que sobresee provisionalmente la causa. La acusación particular que ejerce en nombre de la víctima la abogada María García Olcina, de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, ha anunciado que recurrirá la decisión a la Audiencia para que se reabra el caso.

La víctima denunció que en abril de 2018 fue violada por cinco personas en un piso próximo a la Explanada -propiedad de los padres de dos de los tres detenidos- al que acudió con un hombre al que conoció en la zona de ocio del Puerto de Alicante. Según dijo, al poco rato de llegar, aparecieron otros cuatro varones que la sujetaron y abusaron de ella. Tras la denuncia, tres hombres fueron detenidos, otro huyó del país y el quinto no ha podido ser identificado, ya que en otras declaraciones ni siquiera se le mencionaba. Solo uno de ellos ingresó en prisión y quedó en libertad tres meses después.

Dos de los tres investigados en la causa ha sido defendidos por el abogado Francisco Miguel Galiana Botella, y el tercero estaba asistido por el letrado José Luis Sánchez Calvo.

El auto judicial que acuerda el sobreseimiento se produce siete meses después de que el abogado Francisco Miguel Galiana Botella solicitara el archivo al juzgado de Instrucción número 3 de Alicante, ya que representaba a los dos hermanos cuyos padres son los dueños de la vivienda donde supuestamente ocurrieron los hechos y tenían que venir una vez al mes desde Argelia a Alicante para comparecer frente a la magistrada.

El abogado José Luis Sánchez Calvo, que defiende al investigado que estuvo en prisión, también pidió el archivo de las actuaciones.

Informes psiquiátricos

La magistrada Belén Gutiérrez concluye que la investigación «está agotada» y no aparecen indicios de que los hechos ocurrieran como denunció la víctima y levanta todas las medidas cautelares adoptadas contra los investigados. Uno de los elementos que ha valorado la juez son los informes psicológicos de la denunciante, que sufre «un trastorno de personalidad límite» y que ponen en duda la credibilidad de su relato, «plagado de contradicciones e incongruencias» y señalando que su testimonio, en el que admite está «contaminado» por explicaciones procedentes de fuentes externas.

La juez cita la declaración de un supuesto novio de la víctima, un miembro de la Fuerzas de Seguridad del Estado, que negó tener relación sentimental alguna. Según dijo, el día anterior a los hechos ella le preguntó que «si era violada por tres o cuatro si eso no eran cuernos o infidelidad y que si fuera maltratada por su pareja sería una forma de conseguir más rápidamente la nacionalidad». También se refiere la magistrada a la declaración del taxista que llevó a casa a la amiga de la denunciante cuando ésta se marchó con el hombre que después fue encarcelado y que descartó que éste la cogiera del brazo o la coaccionara para evitar que se subiera al vehículo.

También se valora el hecho de que la Policía encontrara más de veinte mensajes de WhatsApp y audios a su amiga, a sus compañeros de piso y a su supuesto novio mientras supuestamente era violada. Del mismo, en la analítica se detectó la presencia de alcohol y no se pudo confirmar que hubiera semen en ninguna de las muestras recibidas por el laboratorio, señala el auto judicial.

La magistrada recoge también la declaración del único encausado que ingresó en prisión y que fue quien llevó a la joven a la casa. El investigado negó haber tenido relaciones con ella y que el resto de las personas que estaban en el piso se despertaron y le pidieron a la chica que se marchara reprochando a su amigo el haberla llevado. El imputado declaró que ayudó a la chica a vestirse, después de haber ido al baño a vomitar y lavarse la cara porque estaba muy borracha. Por su parte, la denunciante relató que sus presuntos agresores la ducharon, volvieron a poner la ropa y el hombre con el que se había ido la acompañó a la calle, momento en el que salió corriendo y se cayó al suelo.

La joven denunció haber sufrido tres agresiones sexuales con anterioridad. Una de ellas, denunciada en Orihuela, está pendiente de ser enviada a juicio.

Entre los aspectos en los que la acusación incidirá para recurrir el archivo, García Olcina señaló que la decisión de la magistrada se ha centrado demasiado en los informes psicológicos y omite la declaración de la víctima. Asimismo, pone en duda la credibilidad del testimonio del taxista, que fue aportado por las defensas tras contratar a un detective privado y al que ni siquiera la Policía pudo encontrar. También recuerda la letrada que la investigación podría volver a reabrirse si aparecieran nuevas pruebas.