Los robos con violencia o intimidación son habituales -1.665 el pasado año en la provincia de Alicante-, pero lo que no es tan frecuente es poder visualizar la agresividad con la que actúan los delincuentes con sus víctimas, sin importarles para nada las consecuencias de sus acciones. Uno de estos atracadores, de 48 años, ha sido detenido por la Guardia Civil en Torrevieja por asaltar de forma violenta a una mujer de 65 años tras acceder al portal de su edificio. Las cámaras de seguridad grabaron toda la secuencia del robo, en el que le presiona en el cuello a la víctima para estrangularla cuando estaba en el suelo y la golpea y tira de nuevo al suelo cuando ella hizo un último intento para evitar que huyera con su bolso.

Pudo escapar, pero los investigadores de la Guardia Civil analizaron las grabaciones y, aunque iba encapuchado, los agentes identificaron y apresaron al asaltante gracias a las imágenes y a la víctima.

El violento asalto se produjo la madrugada del pasado 18 de enero en un edificio de Torrevieja. El ladrón estaba ocultó en el portal cuando una vecina del inmueble, de 65 años, accedió al edificio y encendió la luz del portal. La mujer caminó por un pasillo para subir en el ascensor, pero antes fue abordada por un hombre que llevaba un chándal con capucha para dificultar su identificación.

El hombre se dirigió a ella y «comenzó a abrazarla como si la conociera», según la Guardia Civil. La víctima intentó zafarse en varias ocasiones y el asaltante aprovechó el momento en que se apagó la luz del portal para abalanzarse de forma brutal sobre la víctima.

La tiró al suelo e incluso llegó a presionarle el cuello con las manos para estrangularla y lograr que soltara el bolso, que era el objetivo del asalto y lo consiguió. Con el bolso en su poder se dispuso a marcharse, pero la mujer aún tuvo fuerzas para levantarse y dirigirse al ladrón cuando iba a salir del portal. La mujer le plantó cara y el delincuente la golpeó de nuevo y acabó agarrando por el pelo y arrojándola por segunda vez al suelo, momento en que se dio a la fuga.

La víctima, que pidió ayuda tras el asalto, acabó con pelo arrancado, la cara hinchada y marcas en el cuello del intento de estrangulamiento. Pese a la dificultad de identificar al delincuente al actuar encapuchado y de madrugada, cuando no suele haber testigos en la vía publica, la Guardia Civil pudo identificar y arrestar al asaltante gracias a las grabaciones y al testimonio aportado por la mujer atracada.