La Fiscalía solicitaba en principio penas que suman casi tres siglos de cárcel, en concreto 73 años y nueve meses de prisión para cada acusado por dos delitos de asesinato con alevosía, tres delitos de asesinato alevoso en grado de tentativa y un delito de tenencia ilícita de armas. Sin embargo, la petición de penas será menor tras declararse culpables los procesados.

Los acusados son una mujer y tres hombres. Ellos -Joaquín M. F. (alias 'Hitler'), Joaquín M. R. (hijo del anterior) e Israel M. F. (hermano del primero y tío del segundo)- están en prisión provisional; ella -Ana M. R., acusada de tentativa de homicidio- llegaba al juzgado por su propio pie, pues se encuentra en libertad con cargos.

«Están arrepentidos de los hechos y van a reconocer los mismos», adelantaba el fiscal al jurado popular al inicio de la vista.

Ángel Cegarra, abogado de Israel M. F, recordó que su cliente «desde el primer momento reconoció cuál había sido su actuación» y aseveró que «disparó una vez, produjo el resultado que produjo y está reconocido por él desde hace más de un año, no hay sorpresas». «Las circunstancias de la vida a veces se presentan de una manera que no puedes evitar o no sabes evitar: a veces algo te hace transgredir la ley», apuntó el letrado.

Por su parte, Francisco Javier Cañete, abogado de Ana M. R., tachó de «disparate» la solicitud de 73 años de cárcel para su cliente, cuando ella «solo disparó un perdigón» a una de las personas heridas en la riña, Joaquina S. C., y no llegó a matar a nadie.

«No hay plan preconcebido»

Por otro lado, Julián Sanz, letrado de Joaquín M. F. y Joaquín M. R., dijo que los crímenes fueron «hechos puntuales». «Aquí no hay un plan preconcebido, es un hecho puntual que ocurre y que produce unos hechos», subrayó. No hubo «una planificación familiar», hizo hincapié.

En el banquillo, mientras, los acusados sonreían. Joaquín M. R., el hijo, fue el primero en declarar y admitió ser el que realizó los dos disparos mortales en Las Seiscientas. A preguntas de la Fiscalía, dijo, con monosílabos, que sí disparó a los dos alicantinos, que no tiene licencia de armas y que está arrepentido de los hechos. Los abogados no hicieron preguntas al procesado, solo el fiscal.

Su padre, Joaquín M. F., declaró en segundo lugar y también respondió con monosílabos: dijo haber participado en la riña, no tener licencia de armas y estar arrepentido. Su declaración apenas duró un par de minutos.

En el caso de Ana M. R., hija de Joaquín M. F., igualmente reconoció su participación. Israel M. F. hizo lo propio: admitir su culpa.

Sin incidentes

La Policía Nacional reforzó ayer la seguridad en las inmediaciones de los juzgados de Cartagena y dentro de los mismos, por si se producían incidentes. Y es que, tras la riña mortal, las familias enfrentadas juraron venganza. No obstante, no se detectaron problemas en la puerta de la Audiencia, donde sí se congregaron algunos familiares de los acusados.

Según uno de los abogados de las víctimas, José Manuel Sánchez Ibarra, las penas podrían quedar para el autor confeso de los disparos mortales en 16 años de prisión por cada uno de los dos crímenes. La acusación particular también es ejercida por los abogados Aitor Esteba Gallastegui y Santiago Candela Rovira.

El origen de la reyerta mortal fue una disputa relacionada con la separación de una joven pareja que tenía un hijo de 15 meses. Ella, del clan de «Los Gasolinas», decidió marcharse con su hijo de Alicante a Cartagena. La expareja de esta joven acudió sobre las 12.30 horas del 8 de noviembre de 2017 a Cartagena para hablar con el padre de su excompañera y otros familiares. En ese momento se produjo una primera discusión y el joven se marchó. Unas horas más tarde regresó con varios familiares de Alicante y la disputa acabó a tiros y con dos muertos: Eduardo y Agustín, de la familia de 'Los Salguero'.