El Juzgado de Instrucción número cinco de Valencia investiga un presunto delito de estafa continuada después de que la persona encargada de cuidar a dos hermanos con una grave enfermedad neuronal huyera del país presuntamente después de desvalijar las cuentas bancarias de éstos y contratar un préstamo bancario de 50.000 euros a nombre de uno de ellos. En total el importe del dinero del que se habría apoderado el sospechoso, entre transferencias, retiradas en efectivo y uso de la tarjeta de crédito, asciende a cerca de 100.000 euros.

El presunto estafador, contratado por el padre de las dos personas dependientes a través de una agencia, se encuentra en paradero desconocido desde el pasado mes de diciembre. Se investiga si Andrés Felipe E. C., de 27 años y nacionalidad colombiana, habría contado con la colaboración de un tío suyo de 34 años, quien fue detenido en el aeropuerto de Barajas el pasado 6 de diciembre cuando pretendía abandonar el país.

Esclerosis lateral amiotrófica

sclerosis lateral amiotróficaLos dos hermanos estafados, de 38 y 34 años y vecino de Valencia, padecen de esclerosis lateral amiotrófica que les impide valerse por sí mismos, de ahí que necesitaran los cuidados de esta persona, quien se habría valido de la confianza depositada en él para, mediante engaños y suplantando la identidad de uno de ellos, desvalijar sus cuentas.

La denuncia por estos hechos fue interpuesta en la comisaría de Exposición a principios de diciembre y un mes más tarde, el 8 de enero, el mayor de ellos fallecía a los 38 años como consecuencia de su enfermedad degenerativa. Mientras tanto, la orden de detención contra el presunto estafador no ha obtenido todavía resultados esperados y éste permanece huido de la Justicia.

La estafa fue detectada el pasado 30 de noviembre cuando el padre de los dos hermanos enfermos de esclerosis intentó contactar con su cuidador para saber cómo habían pasado la noche. No obstante, pese a las llamadas telefónicas éste no daba señales y al acudir al domicilio el menor de los hermanos -el otro ni siquiera podía comunicarse- le dijo que no estaba en la casa y que no sabía dónde había ido.

El progenitor se percató de que el teléfono móvil no estaba y que había desaparecido la tarjeta de crédito, por lo que rápidamente acudió a su oficina bancaria y al comprobar la cartilla del banco descubrió que se habían realizado diversas extracciones de dinero desde el día anterior y durante toda la noche.

24 horas

De hecho, en poco menos de 24 horas se habían hecho movimientos por un importe próximo a los 100.000 euros e incluso se había contratado un préstamo de 50.000 euros a nombre de uno de los hermanos enfermos. En dicho contrato en el BBVA no constaba firma alguna y el sospechoso había sido capaz de realizarlo mediante el teléfono móvil de uno de los afectados, ingresando esa misma noche el dinero en la cuenta para posteriormente realizar las extracciones y obtener el importe en beneficio propio.

A través de su letrada se ha solicitado que se paralice el cobro de las cuotas de devolución del citado préstamo y se está planteando la posibilidad de exigir responsabilidades tanto a la entidad bancaria por consentir una contratación fraudulenta de una forma tan sencilla y sin la firma del titular, así como a la agencia de servicios de cuidados para mayores y enfermos para la que trabajaba el ahora fugitivo. De hecho, el padre no cuestionó en ningún momento la contratación de este cuidador porque venía avalado por esta agencia con la que ya había trabajado.