La investigación dirigida por el juzgado de Instrucción número 8 de Alicante que ha permitido desmantelar una trama de venta de falsas viagras procedentes de Malasia bajo la apariencia de ser un producto natural se inició a raíz de una denuncia anónima que se recibió en la Agencia Tributaria. La mercancía era recibida en España por varios destinatarios, pero había un español que los controlaba. Esta persona era presuntamente el español Ángel Díez, considerado el cabecilla de la rama alicantina de la trama y residente en Dubai, donde fue detenido el pasado diciembre, según las pesquisas realizadas por Vigilancia Aduanera, Guardia Civil y Policía Nacional.

Los investigadores comprobaron que los envíos procedían de dos remitentes de Malasia, uno de los cuales mandó más de 300 kilos de mercancías en menos de año durante 2018.

La denuncia anónima se refería a una cuenta de transporte que está asignada a una empresa de Madrid -Alcadrid Invesiones S.L.- administrada por la expareja del arquitecto de Alicante que está al frente de otra sociedad con sede en la capital alicantina que también recibía la mercancía investigada.

Sin embargo, la sociedad de Madrid, como ocurría con la de Alicante, eran en realidad dirigidas por el detenido en Dubai, según el resultado de las investigaciones.

Las sustancias medicamentosas remitidas desde Malasia para la disfunción eréctil eran sildenafilo y tadalafilo, los principios activos de la viagra y de cialis, respectivamente. Una vez en España la mercancía era manipulada y empaquetada para comercializarla como si fuera un producto natural contra la disfunción eréctil.

Los envíos eran declarados como «productos 100% naturales» o como «muestras de plantas naturales, no sujetas a control farmacéutico y que no serán comercializados». De esta forma se evitaban la autorización para su venta y el control por parte de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), sostienen los responsables de las indagaciones.

La firma Alcadrid Inversiones no solo reenviaba la mercancía a empresas españolas que venden productos de sex shop, sino también a ciudades de Italia y Francia.

Cuarenta detenidos

Como adelantó ayer este diario, la trama desmantelada con más de 40 detenidos en una decena de provincias, entre ellas la de Alicante, se dedicaba a la comercialización en sex shops, herbolarios, parafarmacias, gimnasios y tiendas de suplementos deportivos de un producto vigorizante aparentemente con ingredientes naturales.

Este amplio mercado estaba en plena fase de expansión desde el último trimestre de 2019. En octubre del pasado año se celebró una reunión comercial en las oficinas de World Wide Natural Company, situadas en Elche aunque el domicilio social de la firma está en Alicante. El presunto líder de la rama alicantina, Ángel Díez, se dirigió por teléfono a los asistentes y expuso los planes comerciales para vender el producto «VIGORUP» en sex shop y herbolarios y «FITNESSPOWER» en tiendas de suplementación de portiva. El contenido era similar pero se vendían bajo diferentes marcas.

En dicho encuentro Ángel Díaz presumió de llevar seis años vendiendo el producto exclusivamente en sex shop y expuso que la organización había decidido ampliar el mercado a gimnasios y herbolarios dado el éxito de ventas del medicamento. Además de los mencionados establecimientos, la investigación también ha detectado que contactaron con parafarmacias para vender las falsas viagras naturales.

Escuchas telefónicas

Las intervenciones telefónicas revelan que tras esta reunión en Elche el administrador de World Wide Natural Company recibió una llamada de la madre Ángel Díaz comunicándole que su hija y un nieto iban a dejar de colaborar con la organización porque querían trabajar en algo «legal».

Además de los implicados en Alicantes, los investigadores también descubrieron otra rama en Madrid en la que aparece implicado un conductor de ambulancias que figura como administrador de una empresa que también recibió mercancía de Malasia y que los investigadores estiman que se trata de una sociedad instrumental para dar apariencia de legalidad a la recepción de los paquetes con los medicamentos ilegales.