La Guardia Civil, en colaboración con la Agencia Tributaria, ha detenido a un ciudadano argelino de 43 años como presunto autor de un delito contra la propiedad industrial al considerarlo responsable del envío de 525 teléfonos móviles falsos que fueron interceptados en el puerto de Alicante cuando iban a ser embarcados en el ferry a Argelia con la finalidad de comercializarlos en el país argelino.

Las pesquisas se iniciaron a finales del pasado año cuando tres cajas levantaron las sospechas de agentes de la Oficina de Análisis e Investigación Fiscal (ODAIFI) de la Sección Fiscal de la Guardia Civil del Puerto de Alicante y de funcionarios de la Unidad de Análisis de Riesgo (UAR) de Vigilancia Aduanera, de la Agencia Tributaria.

La mercancía llegó de China al aeropuerto alicantino y desde El Altet fue trasladada al puerto de Alicante con la finalidad de ser embarcada hasta Argelia.

Diferentes marcas

El contenido de las cajas fue examinado y en su interior descubrieron que había cientos de teléfonos móviles de diferentes marcas y que aparentaban ser imitaciones, ya que no llevaban su embalaje original ni el correspondiente manual de uso. Tampoco llevaban los accesorios, la garantía y un etiquetado correcto.

Por ello, los agentes remitieron un informe fotográfico de los terminales móviles intervenidos a las marcas afectadas para verificar si se trataba de imitaciones o falsificaciones. Las empresas afectadas confirmaron posteriormente la falsedad delos 525 móviles incautados y valoraron en más de 91.500 euros el perjuicio económico que les habría supuesto su venta en el mercado negro.

Una vez se confirmó la falsificación la Guardia Civil arrestó al presunto responsable del envío.

Entre los delitos que persigue la Sección Fiscal de la Guardia Civil del puerto de Alicante, de acuerdo con las directrices de la Agencia Tributaria, están los cometidos contra la propiedad industrial, como es el caso de las falsificaciones de teléfonos móviles, prendas de ropa, calzado y joyas, entre otros efectos.

Según la Guardia Civil de Alicante, durante el pasado año intervinieron un total de 13.584 efectos falsificados, lo que habría supuesto a las marcas un perjuicio superior a 1,1 millones.