El gran consumo de electricidad que requería una plantación de marihuana en Alcoleja podría haber provocado un apagón que habría dejado sin luz a todo el pueblo. La Guardia Civil ha detenido a un hombre como presunto autor de un delito contra la salud pública y otro de defraudación de fluido eléctrico, tras localizar en esta pequeña población de El Comtat una plantación de más de 550 ejemplares de marihuana. Una actividad ilegal que por otra parte amenazaba con dejar la localidad a oscuras, en caso de sufrir una sobrecarga eléctrica muy probable por su enorme consumo.

Los agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Ibi fueron informados por una empresa se suministro eléctrico de que sus técnicos habían detectado un incremento de consumo, no registrado por sus equipos de medida, proveniente de una fuga de energía en el suministro de una vivienda familiar, según informaron ayer en un comunicado desde la Comandancia de Alicante.

Esta información fue comprobada por los agentes, verificando la existencia de un enganche fraudulento, directamente a la red trenzada de distribución de acceso a la vivienda, instalada de manera oculta. Además, el nivel de consumo de dicho enganche ilegal era tan excesivo que incluso suponía un grave peligro para la seguridad, tanto del propio investigado como del resto de vecinos de Alcoleja, de unos 180 habitantes. Esto era así debido a que, como consecuencia de cualquier tipo de sobrecarga del transformador, habría ocasionado el corte total del suministro eléctrico de la población, de haber seguido con ese ritmo de consumo tan alto.

Los agentes de Ibi se personaron en el domicilio en cuestión, encontrando en su interior, repartida por las cinco dependencias de la vivienda, una plantación «indoor» de marihuana, con un total de 553 plantas, de tamaño medio y diversas variedades. También fue intervenido un numeroso y complejo material eléctrico, empleado en mejorar el desarrollo del cultivo de la sustancia estupefaciente, como lámparas de calor, ventiladores, emisores térmicos, filtros de carbono, bombas de agua, extractores de aire e, incluso, una máquina «descogolladora», facilitando así la fase final de separación y extracción de los cogollos de las plantas.

Por todo ello, la Guardia Civil detuvo a un español de 53 años, a quien se le imputa un presunto delito contra la salud pública (cultivo y elaboración de sustancias estupefacientes) y otro de defraudación de fluido eléctrico. Ya ha sido puesto a disposición judicial, quedando en libertad provisional con cargos, sujeto a medidas cautelares, a la espera de juicio.