Dos días antes de ser tiroteado, el alcalde de Polop dijo a una compañera de Corporación: «Cano está loco, quiere destrozar todo el pueblo para construir casas». Así lo reveló María Dolores Zaragoza, alcaldesa de esta localidad tras la detención de Juan Cano ante el juzgado que investigó el crimen de Alejandro Ponsoda. Esta declaración póstuma, prestada ante la juez en 2010 en presencia de todas las partes, fue leída ayer en el juicio por el asesinato de Ponsoda, ya que Zaragoza falleció el pasado verano a los 51 años y era el único modo de que su testimonio lo escuchara el jurado.

En esa declaración, la exprimera edil confirmó que Cano menospreciaba e insultaba a Ponsoda, a quien consideraba «su enemigo político número uno», y también a ella, hasta el punto de que llegó a temer que le pasara lo mismo cuando su antecesor fue arrestado como inductor del crimen. «La única conspiración que hay aquí es el odio de Cano hacia Ponsoda. Su relación no era cordial, ni era normal», dijo.

María Dolores Zaragoza fue la tercera alcaldesa que tuvo Polop en la convulsa legislatura que transcurrió entre 2007 y 2011. Ponsoda fue asesinado cinco meses después de las elecciones municipales. Cano fue arrestado a los dos años, en noviembre de 2009, como inductor del crimen. Zaragoza permaneció en la Alcaldía hasta 2011, año en el que no volvió a optar al cargo por desavenencias con el PP. Durante su mandato, tomó la decisión de personar a la Corporación como acusación en las diligencias contra Juan Cano por los supuestos manejos urbanísticos, una causa que acabó archivada por estar prescritos los hechos. En 2014 fue diputada autonómica por el PP en las Cortes Valencianas tras la renuncia de Luis Díaz Alperi.

Durante su comparecencia judicial, Zaragoza aseguró que Ponsoda se convirtió en enemigo político de Cano porque le culpaba de no haberle defendido ante la dirección provincial del PP cuando decidió relegarle a los últimos puestos de las listas a las municipales de 2003, tras aparecer en la grabación de una presunta extorsión denunciada por un empresario. Posteriormente Cano siguió intentando controlar el Urbanismo desde fuera del Ayuntamiento a través de una gerencia, pero en esto tampoco fue respaldado por Ponsoda, explicó. En las elecciones de 2007, Cano volvió al Ayuntamiento como número dos de la lista del PP y siempre les reprochó lo ocurrido cuatro años antes. «Siempre le estaba diciendo cosas como: «ni eres hombre, ni eres nada» o «eres un inútil»», relató Zaragoza. La exalcaldesa aseguró que ella misma estuvo a punto de denunciar a Cano por vejaciones ante el juzgado antes del asesinato pero «me eché atrás por el bien del municipio». La mujer aseguró que Juan Cano debía conocer algo de la vida personal de Ponsoda, porque llegó a confesarle que le tenían «agarrado por los cojones».

«Ya está bien de llorar»

En una ocasión, declaró, que llegó hasta a reprocharle que se emocionara durante una entrevista en una televisión local tras el crimen. Según relató, Cano le espetó «Ya está bien de llorar por ese maricón. Estás aquí gracias a mí. Tú sabes quién le ha matado». Cuando empezaron a llegar las primeras informaciones de que Cano era sospechoso, se dieron consignas a los ediles y hasta al jefe de prensa para que todos dijeran del alcalde investigado que era «una buena persona, que defendieran su presunción de inocencia y su conducta intachable». Pero ella tuvo palabras muy duras ante la magistrada para su compañero de partido. al que tildó de «borracho, loco y mal alcalde». Zaragoza aseguró que llegó a tener miedo de que Cano saliera de prisión, tomando precauciones en sus itinerarios para que no le ocurriera lo mismo que a Ponsoda.