Uno de los propietarios del club de alterne Mesalina desvinculó ayer a Juan Cano o al testigo protegido del local de alterne donde, según los investigadores se gestó el asesinato del alcalde de Polop. Pedro Téllez declaró ayer como testigo en el juicio donde está acusado su socio Pedro Hermosilla como presunto autor intelectual del asesinato. Téllez, que en aquellas fechas estaba apartado del negocio como consecuencia de una lesión en la cabeza sufrida durante una agresión, señaló que en la actualidad él es el único propietario del club. Según sus palabras, durante esos años no estaba al tanto de lo que ocurría en el local, aunque aseguró que Juan Cano no era uno de sus clientes. «Estuve hospitalizado durante el año 2007», aseguró a lo que añadió que como consecuencia de dicha lesión todavía tenía problemas de memoria.

La investigación señala que Cano entró en contacto con los responsables del Mesalina, Pedro Téllez y Pedro Hermosilla, durante los años en que fue director de una sucursal de la CAM en La Vila Joiosa. Téllez aseguró que los tratos para cosas del banco los tenían no con Cano sino con el que era subdirector de la oficina cuando éste trabajó en La Vila Joiosa. «Con Cano sólo me tomé un café un día», ha dicho, mientras que a su compañero de oficina lo conocían desde que estaba destinado en Finestrat. «Desde entonces, cada vez que cambiaba de pueblo, nos llevábamos la cuenta con él», ha dicho.

En cuanto al testigo protegido, un portero del local que asegura que le encargaron el asesinato, ha negado que éste haya trabajado para ellos. «Nosotros teníamos contratada una empresa de seguridad y el personal que nos enviaba estaba dado de alta», aseguró y aseguró que no conocía de nada este testigo protegido.