Uno de los tres supuestos sicarios que mataron a tiros al alcalde de Polop Alejandro Ponsoda, en 2007, ha afirmado que les acusan "injustamente" y ha exclamado que, a raíz de esta errónea acusación, "nadie sabe lo que he pasado".
Así lo ha dicho a los periodistas Raúl Montero al término de la que estaba previsto que fuera la primera jornada del juicio aunque finalmente no ha arrancado porque solo ha dado tiempo a elegir a los nueve miembros titulares y dos suplentes del jurado popular en que enjuiciará el crimen desde mañana y hasta el próximo día 30.
"Yo la tengo (la vida) arruinada todavía, nadie sabe lo que he pasado", ha subrayado Raúl Montero, quien espera del juicio con jurado popular "que se aclare esto" y que a los culpables se les busque "por otro medio y en otro lugar".
Por su parte, el abogado del propietario del club de alterne Mesalina donde, presuntamente, se planeó el asesinato ha insistido en la inocencia de su defendido y ha recalcado que nunca no se debió pasar de fase de instrucción porque no hay evidencias de peso.
Esto es así, ha proseguido, porque las únicas pruebas de cargo se sostienen en la declaración de un testigo protegido que "falta a la verdad" y que presenta "incongruencias".
