Tres juicios por agresiones sexuales en un solo día en la Audiencia de Alicante. Las secciones penales del edificio tuvieron que organizarse para utilizar el biombo con el que las víctimas habían pedido declarar para no tener contacto visual con sus agresores. Los hechos enjuiciados ayer ocurrieron en las localidades de Alicante, Dénia y Novelda. En los dos primeros casos, las víctimas habían conocido a los acusados en zonas de ocio; mientras que en el tercero tenían una relación sentimental y a él se le imputaban también delitos de malos tratos.

En el primero de estos juicios, la víctima denunció que la madrugada del 9 de noviembre de 2014 estaba con sus amigos en una discoteca de Dénia y que se fue de allí para consumir droga en el interior de un coche con el acusado y otra persona más que no ha sido identificada. Sin embargo, una vez en el vehículo cerraron los sistemas de seguridad para impedir que se marchara y que el procesado la agredió sexualmente mientras su amigo la sujetaba sentado en el asiento de atrás.

El procesado ha negado tajantemente los hechos y ha asegurado que no conoce de nada a la víctima y que ella le confunde con otra persona. La mujer identificó al agresor diciendo que le conocía porque trabajaba como DJ en un local de ocio. La Fiscalía le reclama una pena de diez años de prisión y el juicio podría quedar visto hoy para sentencia tras interrogar a los últimos testigos.

En otra sección se enjuiciaba otro caso ocurrido en Alicante en agosto de 2017. Según el escrito de acusación, el procesado se habría metido en la habitación cuando ella estaba durmiendo y después de que hubiera tenido relaciones con otro amigo. La víctima aseguró que se despertó sobresaltada al descubrir que la estaba penetrando una persona a la que no conocía de nada. «Salí corriendo y me encerré en el cuarto de baño, pero me dí cuenta de que todas mis cosas estaban en la habitación con él», relató. Al salir del baño, la joven aseguró que él intentó de nuevo sobrepasarse. El acusado aseguró que todo fue un «malentendido» y que entró para proponer a la víctima tener relaciones. «Al ver que ella me rechazaba, me fui», dijo. Según dijo, no estuvo en la habitación más de dos minutos y sólo la acarició el muslo. La fiscal le pide nueve años.

El tercer caso es un juicio por violencia de género en Novelda, en el que el acusado se enfrenta a 14 años de cárcel. Se le imputan delitos de maltrato habitual, agresión sexual y por una paliza el 21 de junio de 2015, en la que llegó a quemarla con un cigarro. El procesado ya estaba cumpliendo una condena por haber quebrantado una orden de alejamiento y haber violado a su pareja mientras estaba esperando a ser juzgado por estos hechos.

La mujer le denunció en 2015 tras sufrir una paliza al querer ella acabar con la relación, en la que constantemente la insultaba y agredía lanzándole objetos físicos. La mujer aseguró que en 2012 el procesado la violó analmente, causándole desgarros.

Al banquillo por meter éxtasis en la bebida de una mujer en una discoteca de Alcoy

El procesado alega que la droga era para él y que debió equivocarse de vaso y la defensa cuestiona los análisis

La Audiencia de Alicante sentó ayer en el banquillo a un hombre acusado de haber metido éxtasis en la copa de una conocida mientras se encontraban en una discoteca de Alcoy el 29 de septiembre de 2017. Un camarero del local fue quien alertó a la mujer de lo ocurrido para que no bebiera. La Policía introdujo el contenido del vaso en una botella de agua y confirmó la presencia de droga tras analizar el contenido.

El acusado adujo ayer que la droga que puso en la copa era para él y que debió equivocarse de vaso. Una versión que cambia la declaración que prestó en su día en la que aseguró que se trataba de un consumo compartido. El procesado y la víctima estaban acompañados esa noche por sus respectivas parejas y desde la defensa, el letrado Franscisco Moreno Arranz, se incidió en que no había ninguna motivación para que éste pusiera la droga en la copa de otra persona. El letrado cuestionó también los protocolos policiales para determinar la pureza de la droga detectada.

La Fiscalía mantuvo ayer la petición de tres años y medio de cárcel para el acusado por un delito contra la salud pública en el juicio que ha quedado visto para sentencia. Salvo la explicación del acusado, no se ha profundizado en el por qué de su conducta.