La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a 17 años de cárcel por asesinato a César F.M., de 39 años, por matar el 28 de enero de 2018 a su madre, septuagenaria, hemipléjica y que solo podía pronunciar monosílabos tras sufrir un ictus, suministrándole en dosis letales decenas pastillas de dos medicamentos diferentes antes de ir al hotel Gran Bali de Benidorm.

En la sentencia, el tribunal ha decidido, de conformidad con el veredicto del jurado popular, imponer al condenado una pena de 17 años de prisión, con el agravante de parentesco y con atenuante de confesión, según han informado a Efe fuentes del caso.

Por otro lado, la condena no recoge los diez años de libertad vigilada una vez cumplida la condena que había solicitado el Ministerio Fiscal, ni la responsabilidad civil en favor de los dos hermanos del condenado, para los que se demandaba 20.000 euros a cada uno por la muerte de su progenitora.

Tras conocer la decisión del jurado popular el pasado 19 de diciembre, la fiscal mantuvo la petición de veinte años de prisión, mientras que la defensa, que había pedido internamiento en un centro psiquiátrico por cooperación al suicidio, reclamó la pena mínima posible por el atenuante de confesión, 15 años de prisión en un centro especial.

El fallo del tribunal ha considerado probado en la sentencia que el procesado, después de administrar dosis letales de dos medicamentos a su madre, utilizó una almohada y algodones sujetos con una cinta adhesiva mientras su madre se encontraba agonizando. Objetos que fueron hallados en el domicilio que ambos compartían.

De este modo, el tribunal ha rechazado la versión de la defensa, que sostuvo que encausado y víctima tenían un pacto por el que César F.M. ayudaría a morir a su madre antes de que él se suicidara, para lo que se trasladó a Benidorm (Alicante), una vez que la progenitora falleció, aunque finalmente no se quitó la vida.

Fue al hotel más alto de España, al que según dijo en la vista el procesado acudió para arrojarse desde la ventana de una habitación, aunque una empleada del establecimiento encontró una nota en la que el acusado pedía que no le ayudaran.

Trabajadores del hotel acudieron entonces a la habitación y allí hablaron con el encausado, quien más tarde fue trasladado a un centro hospitalario y fue detenido tras contar a la Policía lo sucedido y que su madre se encontraba muerta en su casa de Valladolid.