En el juicio se declaró inocente pero la Audiencia de Alicante le considera culpable y ha condenado a un hombre de 61 años a penas que suman 15 años y seis meses de prisión por abusar sexualmente de un niño de 13 años y de su hermana de 12 a cambio de regalos, dinero y droga, según la sentencia hecha pública por la Sección Segunda. El fallo, que también le condena por tráfico de drogas por un pequeño cultivo de marihuana que tenía en su domicilio, recoge también que indemnice a las víctimas con un total de 7.000 euros y le absuelve de otros dos delitos de corrupción de menores y abuso sexual que le imputaban.

Uno de los dos casos de abusos por los que ha sido condenado se prolongaron durante dos años, desde marzo de 2014 hasta el mismo mes de 2016. Según los hechos declarados probados por la Audiencia, el acusado se ganó la confianza de un menor de 13 años mediante regalos como un teléfono móvil, unas zapatillas y una Play Station, así como dinero y marihuana.

La excusa del gimnasio

Atrajo al menor a su casa de Alicante con la excusa de que tenía un gimnasio y con la excusa de que quería ver cómo tenía los ligamentos el niño accedió a quitarse la ropa, «lo que aprovechó el acusado para masturbar al menor hasta que este eyaculó».

Desde ese momento las relaciones y prácticas sexuales se repitieron varias veces por semana durante dos años, ya que el menor se quedaba días enteros cuando se fugada del domicilio familiar.

La hermana de este niño, de 12 años, también fue víctima de un caso de abusos ocurrido el 14 de abril de 2016. Según la Audiencia, el procesado tiró a la menor sobre la cama del dormitorio y le hizo tocamientos tras ponerse encima de ella, donde se masturbó.

En otra ocasión, captó la atención de la menor para que acudiera a su domicilio bajo la promesa de pagarle 200 euros por hacerse unas fotos en bikini y ropa interior para unas revistas. La niña acudió con una amiga y se probaron los bikinis pero el acusado no llegó a hacerles fotos porque llamó al timbre el hermano de la víctima y les dijo que se escondieran.

El tribunal de la Sección Segunda considera que no se aprecia en la declaración de los menores «ningún motivo que nos lleve a dudar de la credibilidad de sus respectivos testimonios». Ha sido un relato de los hechos «firme, coherente y persistente», indica la sentencia.

Los abusos fueron descubiertos por la Policía Nacional de Alicante a raíz de una intervención de la Policía Local de La Vila Joiosa con dos chicas menores que estaban desaparecidas y fueron vistas en el TRAM. Las menores comentaron que les ofrecían dinero por hacerse unas fotografías y a partir de ese momento se descubrieron el resto de hechos.