Comienza la declaración del detenido por el crimen de Marta Calvo

Comienza la declaración del detenido por el crimen de Marta Calvo

La confesión de Jorge Ignacio P. de haber descuartizado a la joven Marta Calvo y haber repartido sus restos en contenedores abre una nueva vía en la investigación, centrada en reconstruir los últimos pasos de la mujer y la búsqueda del cuerpo, que hasta ahora se había desarrollado en una casa del municipio de Manuel donde vivía el detenido, simas y pozos del entorno.

Tras los primeros interrogatorios al ahora detenido, un hombre de origen colombiano y de 38 años, la policía judicial de la Guardia Civil ha ordenado paralizar la actividad de la planta de reciclaje de Guadassuar por si el cadáver o parte de él pudieran haber llegado a estas instalaciones. Sin embargo, sobre las 19 horas de la tarde de este miércoles, la planta ha recuperado su actividad habitual.

La pista de Marta Calvo se perdió el pasado 7 de noviembre, tal como adelantó Levante-EMV, cuando se desplazó a la localidad de Manuel donde se había citado con el presunto asesino por internet.

Dos días después, ante la ausencia de su hija, la madre de Marta acudió a la vivienda del detenido, ya que la última información que había tenido de ella fue un wasap con esa localización. Según contaron los vecinos, la mujer llegó a hablar con el acusado, que le dijo que no conocía a ninguna Marta.

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El escuadrón de caballería de la Guardia Civil durante la búsqueda de Marta Calvo. Manuel Bruque

Tras estos hechos la madre presentó una denuncia por la desaparición de la joven y las fuerzas de seguridad comenzaron la búsqueda, aunque no fue hasta dos semanas después cuando se hizo pública la desaparición, adelantada por este diario, y que la Guardia Civil había enviado a Valencia a agentes del Grupo de Personas de su Unidad Central Operativa especializados en homicidios y secuestros.

Desde el principio, se buscó a Jorge Ignacio, arrestado en Italia en 2008 y condenado por posesión de 9 kilos de cocaína, y se registró su casa con perros adiestrados para hallar algún rastro tanto de Marta como del paradero del detenido, a quien se perdió el rastro tras el encuentro con la madre de la joven.

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Registro de la casa del asesino confeso, Jorge Ignacio. Vicent M.Pastor

Fuentes de la Guardia Civil descartaron que el sospechoso pudiera haber recibido ayuda para salir de España por parte de personas relacionadas con el crimen organizado y le situaron escondido en nuestro país.

En paralelo, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, informó de que la búsqueda de la joven desaparecida se ampliaba hasta la vecina localidad de L'Olleria y se advirtió de que el final podía ser "duro". Relató también que los forenses analizaban el coche del detenido, que había tratado de desguazar.

Los intentos de localización de Marta se centraron en los alrededores de Manuel, incluido el río Albaida que bordea la localidad, con especialistas del Seprona, el grupo de Montaña (GREIM), el de Actividades Subacuáticas (GEAS) y la Unidad Canina de la Guardia Civil.

Días después se incorporá también la Unidad Militar de Emergencias (UME) y el escuadrón de caballería de la Guardia Civil, en un operativo que superaba las 150 personas en total.

Este miércoles, tras 25 días de dispositivo, y ante la presión policial, el principal sospechoso, que ya fue investigado por la muerte en extrañas circunstancias por la muerte de otra mujer en Ruzafa, se entregaba en el puesto de la Guardia Civil en Carcaixent, donde ha confesado que descuartizó y diseminó por varios contenedores los restos de Marta Calvo.

Vivienda del detenido por la desaparición y asesinato de Marta Calvo. Manuel Bruque