Un acusado de haber violado hasta en tres ocasiones a su pareja en Elche a lo largo de su relación sentimental negó ayer los hechos durante el juicio y adujo que era ella quien le acosaba. La Audiencia de Alicante dejó ayer visto en el juicio por violencia de género, en el que la Fiscalía mantuvo la petición de penas que suman 38 años de prisión. La vista oral se celebró a puerta cerrada para garantizar la intimidad de la víctima, que acudió al tribunal con protección policial. El acusado se encuentra en libertad y acudió a la vista acompañado por su actual compañera sentimental.

La Fiscalía sostiene que el acusado se impuso a su entonces pareja usando tanto la violencia física como la psíquica a lo largo de la relación, «creando una situación de sometimiento y de miedo» durante los cerca de tres años de relación con convivencia y que finalizó a finales de 2015. Fruto de esta situación, el procesado la habría violado hasta en tres ocasiones en días diferentes, según el escrito de acusación. La primera de ellas una noche que durmieron en la casa de los padres del acusado en Elche en el verano de 2015; la segunda, pocos días después, cuando se encontraban en un coche en un lugar apartado de la partida Matola. Finalmente, la tercera agresión sexual se habría cometido el 22 de octubre de 2016, una noche en que el acusado se personó en la casa de la víctima, que accedió a que éste se quedara a dormir, donde la mujer al final acabó teniendo relaciones sexuales contra su voluntad por miedo a que pudiera montar un escándalo y despertara a sus hijos.

Expresiones vejatorias

A lo largo de la relación, las acusaciones consideran que el procesado se dirigía a ella con expresiones vejatorias e insultantes y que también le dijo «si me dejas te mato, son diez años de cárcel pero te mato».

En total, la Fiscalía le acusaba de tres violaciones, maltrato habitual, cinco delitos de maltrato ocasional, coacciones y amenazas. La víctima, que está personada como acusación particular a través del abogado Pedro Riera, ratificó ayer ante el tribunal todos estos cargos durante más de una hora. La mujer estuvo aislada durante el tiempo que estuvo en la Audiencia para testificar y no tener contacto con el procesado.

El presunto agresor negó todos los hechos que se le imputaban y achacó la denuncia a una represalia de su expareja cuando él decidió poner fin a la relación. El procesado negó dos de las agresiones sexuales, mientras que la tercera dijo que se trató de una relación consentida. El abogado de la defensa Francisco Álvarez incidió en la existencia de contradicciones en la declaración de la víctima, que cambiaba las fechas y los lugares en los que ocurrieron las presuntas violaciones. Asimismo se aportaron varios mensajes atribuidos a la víctima y dirigidos al acusado para tratar de acreditar que era ella quien quería retomar la relación. El juicio ha quedado visto para sentencia.