La Audiencia de Alicante ha dictado una contundente condena a 23 años de prisión a un vecino de Callosa d'en Sarrià con antecedentes por violación por secuestrar durante casi dos horas a una mujer en Benidorm y llevarla en su coche a una zona apartada de Chirles, en Polop, donde la agredió sexualmente antes de dejarla marchar y robarle dinero, según la sentencia hecha pública hoy por la Sección Primera.

El fallo también recoge que el acusado Juan María R., de 31 años, no podrá acercarse a la víctima ni comunicarse con ella durante 20 años y una vez salga de prisión se le aplicará la medida de libertad vigilada durante nueve años. El procesado deberá indemnizar a la víctima con algo más de 36.000 euros por las lesiones sufridas, los daños morales causados y los desperfectos ocasionados al coche de la mujer raptada.

Los hechos declarados probados en la sentencia ocurrieron el 11 de junio de 2018. El acusado, que en 2009 fue condenado a 9 años de prisión por violación, acudió sobre las tres de la tarde a un descampado situado en la avenida Beniardá de Benidorm, junto a la estación del TRAM, y se acercó a un coche donde había una mujer que se disponía a salir. El procesado le preguntó por una parada de autobús y simuló que se marchaba, pero de nuevo se acercó a la ventanilla del conductor y le dio un puñetazo en la cara a la conductora.

A continuación, mientras la intimidaba con una navaja, le dijo que se pusiera en el asiento de al lado y que no chillara porque de lo contrario iba a rajarla. El procesado se subió al coche con la víctima y se dirigió hasta La Nucía y continuó hacia Polop de la Marina, donde llegó a la pedanía de Chirles y se metió por diversos caminos rurales hasta llegar a una zona de campo.

El acusado detuvo el vehículo y maniató a la víctima antes de agredirla sexualmente en el interior del coche. Tras consumar la violación se dirigió a Polop y tras robarle 40 euros la dejó marchar.

El tribunal señala en el fallo condenatorio que la declaración de la denunciante ha sido persistentes y es "sincera, auténtica, fiable y merecedora de la plena y total credibilidad que se le otorga". Añade el tribunal que la víctima se sintió "coaccionada en todo momento" y por ello no ofreció resistencia a la agresión sexual.

La mujer relató entre sollozos en el juicio las cerca de dos horas de auténtico pánico que sintió durante el secuestro y violación, ya que pensaba que la iba a asesinar, aunque al final logró convencerle y asegurándole que no iba a presentar denuncia.