Elena V., de 44 años, y su hija Anastasia, de 11, empezaban a escapar del infierno de la violencia machista. El maltratador, Roman Ch., de 54 años, había salido de sus vidas. Pero Roman nunca se fue. En la madrugada de ayer, sobre las 4.30 horas, irrumpió en el piso de la avenida de València de Dénia en el que vivían madre e hija (Elena la tuvo en una anterior relación). Con un cuchillo de carnicero que había comprado la víspera degolló a su expareja. Antes le dijo a la menor que corriera a avisar a la Policía ya que había ido a matar a su madre.

Los vecinos, alertados por los gritos, y la propia niña llamaron a los agentes de la Policía Nacional y Local, que, al llegar, encontraron en el dormitorio a la mujer ya muerta. Su presunto asesino la degolló y tapó el cadáver con una manta. Esperó sentado en la cocina a los policías, sin siquiera lavarse las manos manchadas con la sangre de su víctima. El cuchillo estaba en el suelo. Los agentes lo detuvieron y lo llevaron al calabozo de la comisaria de Dénia.

El comisario provincial de la Policía Nacional de Alicante, Alfonso Cid, aseguró ayer que el presunto asesino planificó el «execrable y horrible crimen». Incidió en que este mismo lunes compró el cuchillo de carnicero y la escalera portátil de aluminio que usó para encaramarse a la fachada hasta el piso, ubicado en la segunda planta.

El maltratador subió con la escalera a un balcón de la finca. Luego izó la escalera, la colocó para ascender hasta el segundo piso y se coló por la galería para forzar a continuación la puerta.

El asesino confeso que, al igual que su víctima y la niña, es de nacionalidad rusa, tenía prohibido acercarse a ellas. Hace tres años convenció a Elena para que dejara Rusia y se viniera a vivir con él a Dénia. En la Nochevieja de 2017 y dos días después Roman agredió a su entonces compañera y a la menor.

El juzgado de lo Penal 3 de Benidorm le condenó el pasado 25 de febrero. Apreció la atenuante de alcoholemia. Le impuso una pena de 28 días de trabajos en beneficio de la comunidad, un año de privación del derecho a la tenencia de armas y un año y un día de prohibición de aproximarse a menos de 300 metros de sus víctimas. La sentencia no era firme, ya que el acusado la había recurrido ante la Audiencia de Alicante.

Pero la orden de alejamiento sí estaba en vigor. Además, madre e hija estaban protegidas por la brigada Artemis contra la violencia de género de la Policía Local de Dénia. El centro Mujer 24 horas y los servicios sociales de Dénia también ayudaban a Elena, que estaba asistiendo a clases de español.

El maltratador tenía otra causa abierta en el juzgado de Violencia contra la Mujer número 1 de Dénia por amenazas y quebrantamiento de medida cautelar. En febrero, llamó al hijo de Elena, que es mayor de edad y reside en Rusia. Le dijo que iba a hacerle daño a su madre y a su hija pequeña.

Fuentes de la Policía de Dénia indicaron ayer que, desde entonces, el agresor no se había puesto en contacto con la víctima ni ella había manifestado que tuviese miedo. De ahí, indicaron, que el pasado 1 de octubre rebajaran a «medio» el riesgo de la mujer. El maltratador se había traslado a vivir a la zona de les Marines. Trabajaba como electricista del automóvil. Le llamaban de los talleres y, según pudo saber este diario, se tapaba con una capucha cuando acudía a hacer alguna reparación cerca de donde residían su expareja y la niña.

Cinco de los siete asesinatos en 2019 han ocurrido en Alicante

Siete mujeres han muerto asesinadas en lo que va de año en la Comunidad Valenciana en episodios de violencia machista, lo que supone dos víctimas mortales más de las que se habían registrado un año antes, en 2018, en estas fechas. De las siete mujeres asesinadas, cinco lo han sido en Alicante, lo que ha desatado las alarmas por el inusual número de casos. Además, esos siete crímenes machistas dejan 9 huérfanos, la última de ellas, la hija de 11 años de Elena Veles, la mujer muerta a cuchilladas ayer por su exmarido en Dénia, tras colarse de madrugada en su domicilio. Desde que existen registros oficiales, esto es, desde el 1 de enero de 2013, son 132 las víctimas mortales de la violencia machista en la Comunidad Valenciana. Por lo que respecta a las cifras de esta violencia en toda España, son 52 las mujeres y niños asesinados en esos diez meses del año y 36 los huérfanos que han generado esos crímenes, una cifra insoportable que llevó ayer al delegado del Gobierno a pedir la erradicación de toda forma de machismo y a potenciar la educación en igualdad para acabar con esta situación.