El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Almansa, en Albacete, decretó ayer el reingreso en la prisión de Fontcalent de dos hombres acusados de matar a un matrimonio de octogenarios en Sangonera (Murcia). Los acusados son Antonio P. C., hijo del matrimonio asesinado, y su esposo, Santiago S. Ambos estaban en busca y captura por hechos anteriores al crimen. Y por estos hechos vuelven a prisión. Pero no por el asesinato.

La pareja no había vuelto a Fontcalent tras salir de permiso durante una condena por sentencia firme de dos años de prisión del juzgado de lo penal número 6 de Murcia.

Ambos se negaron ayer a declarar. Uno de ellos, Santiago, ni siquiera pudo ir al juzgado: fue la comitiva judicial la que se desplazó al hospital donde está ingresado para hablar con él. Fuentes judiciales apuntan, no obstante, que estaba previsto que le dieran el alta ayer mismo y fuera llevado al penal. Fuentes cercanas al caso indican que Santiago no tiene nada grave: sufre una enfermedad crónica y se alteró en el momento en que fue arrestado.

«Respecto de los hechos ocurridos en Sangonera, estando a la espera en estos momentos del resultado de las pruebas biológicas y de criminalística, y no existiendo en este momento inicial de la investigación testigos de los hechos, se ha resuelto la libertad provisional para ambos», explican fuentes judiciales. Esto se hace «teniendo en cuenta que al reingresar en prisión no hay riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas».

Localizados en Caudete

Aunque se solicitó que ambos sospechosos, localizados y detenidos el miércoles en Caudete, fueran trasladados a Murcia, donde se cometió el doble crimen, finalmente pasaron a disposición judicial en la provincia donde fueron arrestados.

La Policía Judicial de la Guardia Civil continúa con la investigación y ya ha terminado la inspección ocular en la vivienda en la que se encontraron los cuerpos. Los profesionales del Instituto Armado cuentan con numerosos indicios para inculpar al matrimonio formado por Antonio y Santiago del doble crimen, aunque ahora están a la espera de que salgan los resultados de los análisis del laboratorio.

Aunque estas pruebas pueden tardar meses, previsiblemente los dos sospechosos seguirán para aquel entonces entre rejas, pues les queda bastante de las condenas que tienen por cumplir. Se les acusa de haber acabado, a cuchillada limpia, con la vida de María Trinidad y de Pedro, padres de Antonio, un matrimonio de ancianos que vivía solo en su domicilio de Sangonera.