Un hombre de 32 años que fue condenado en octubre de 2014 a 19 años de internamiento en el Psiquiátrico de Fontcalent por intentar violar y asesinar con un cúter a una vecina en un garaje de Alicante disfrutará desde el lunes de un permiso de salida de siete días que ha sido propuesto por el Hospital Penitenciario y autorizado por el juzgado de Vigilancia Penitenciaria.
La autorización no ha sido recibida con agrado en la familia de la mujer agredida, quien además de haber tenido que cambiar de domicilio aún arrastra graves secuelas y empeora su situación cada vez que tiene conocimiento de estas salidas.
Hasta ahora el interno había realizado algunas salidas de fin de semana desde hace aproximadamente un año a casa de sus padres y este permiso de una semana bajo custodia familiar es el primero que se le otorga. Desde el entorno de la víctima creen que es el preámbulo de una próxima salida definitiva para recibir un tratamiento ambulatorio bajo la custodia de su familia, como ocurrió hace dos años con Noelia de Mingo, la que fuera médico residente de la Fundación Jiménez Díaz en Madrid que mató a tres personas e hirió a seis más.
La magistrada del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 2 de la Comunidad Valenciana, con sede en Alicante, dictó el pasado 19 de septiembre un auto en el que aprueba, con el respaldo de la Fiscalía, la propuesta del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent de conceder un permiso de siete días para este interno como medida de tratamiento y siempre que el estado psíquico lo permita.
La juez precisa en el auto que el interno no podrá disfrutar de las salidas mientras no se confirme la notificación de este permiso a la víctima.
La familia de la mujer ha sido advertida de este permiso y lo consideran injusto porque dejan a la víctima en un estado de indefensión. Consideran que no se ha tenido en cuenta la salud de la víctima, que no sólo tuvo que malvender su casa para cambiar de domicilio, sino que padece un trauma que se agrava cada vez que le comunican las salidas terapéuticas del interno que estuvo a punto de asesinarla con un cúter. La mujer tiene miedo a salir a la calle y a entrar en un garaje. Para la familia de la víctima se trata de «un trato desigual entre los derechos de las víctimas y de sus verdugos».
Seis años ingresado
La situación es tan delicada que el marido es funcionario y tiene previsto solicitar un cambio de destino fuera de Alicante para evitar que su mujer empeore a causa de las salidas de su agresor, quien lleva internado desde que ocurrieron los hechos en 2013 y ha cumplido algo más de seis años de los 19 de internamiento en un Psiquiátrico a los que fue condenado por su enfermedad mental. De la indemnización de 130.000 que acordó la Audiencia, la víctima no ha recibido ni un solo euro al ser insolvente.
En el auto se autoriza el permiso de una semana, se indica que el médico forense informó de que este interno padece una esquizofrenia paranoide y en la actualidad se encuentra «asintomático y con conducta apropiada». Recuerda la juez que la ley penitenciaria recoge que un fin de los Psiquiátricos es incrementar las posibilidades del interno de «desinstitucionalización y facilitar su vuelta al medio social y familiar».
Para ello, la ley prevé que estos centros establezcan obligatoriamente programas de actividades rehabilitadoras generales y programas de rehabilitación individuales.
Indica el auto que «es cierto que tales medidas implican un punto de riesgo, pero la fijación de medidas de control han de justificar, si son suficientes y médicamente se considera que el estado psíquico es adecuado, su concesión para cubrir aquellos objetivos».
En el caso del interno condenado a 19 años de internamiento por ser inimputable a causa de su enfermedad mental, el informe del forense y el del equipo multidisciplinar del Psiquiátrico de Fontcalent concluyen que se encuentra en un estado en el que procede la salida de una semana dentro del tratamiento de su enfermedad.
Brutal ataque
Los hechos por los que está internado este hombre ocurrieron a las 7.30 horas de la mañana del 26 de julio de 2013 en un garaje de la calle Virgen del Socorro de Alicante. Allí se ocultó el acusado armado con un cúter y un martillo y esperó a que su bajara su vecina. La mujer accedió al garaje para subirse a su coche y el acusado la golpeó sorpresivamente la cabeza contra una viga y con el martillo.
A continuación la arrastró hacia un trastero donde intentó violarla y le cortó el cuello con el cúter. El acusado huyó desnudo y con manchas de sangre. Poco después fue arrestado junto al Ayuntamiento de Alicante. La víctima logró sobrevivir a las lesiones al haber recibido asistencia médica urgente, pero el ataque le causó graves secuelas psicológicas, como trastorno depresivo, estrés postraumático, así como mareos, cefaleas y otras dolencias derivadas de la conmoción.
