La Guardia Civil cree que el hombre de 53 años detenido y encarcelado por matar en Guardamar a su hermano, de 50 años, iba a deshacerse del cadáver ocultándolo en una maleta de grandes dimensiones que tenía en el domicilio. Dicha maleta se encontraba en un dormitorio del domicilio, junto al cadáver, con el que convivió el detenido durante más de una semana. Ya había metido las piernas en la maleta y se desconoce si trataba de meter el cuerpo sin descuartizarlo o bien iba a continuar mutilándolo.

Como publicó ayer este diario, además de varias puñaladas que presentaba en el pecho, le había mutilado las falanges distales de los diez dedos de la mano. Igualmente le había rajado el abdomen, con la supuesta intención de eviscerar el cuerpo.

En la inspección ocular del domicilio la Guardia Civil encontró un cuchillo en el cuarto de baño que fue el utilizado presumiblemente para cometer el crimen.

Una vecina de la calle de Guardamar donde se descubrió el cuerpo la mañana del martes manifestó ayer a este diario que llevaban muchos días oliendo muy mal y que ella llamó el domingo a la Policía Local para comunicarlo. Esta vecina asegura que se presentó una patrulla y que uno de los agentes le llegó a decir que el olor se debía a «comida putrefacta». La patrulla se marchó, al día siguiente fue Servicios Sociales para interesarse por la víctima que llevaba varios días sin ir al taller de empleo y el martes acudió de nuevo la Policía Local y descubrió el cadáver.

La vecina señaló además que el pasado sábado habló con el presunto homicida de la peste que había en la calle y «me dijo que eran patatas podridas del vecino de al lado de su casa».