Un chalé de Alicante cuenta con una mascota de lujo. Un ejemplar al borde de la extinción, de los que solo quedan una veintena en todo el planeta, y cuya procedencia y legalidad investiga el Ayuntamiento. Se trata de un tigre albino adulto sobre el que la concejalía de Sanidad ha abierto una investigación para aclarar la tenencia de un animal que se encuentra enjaulado en una casa de campo de El Rebolledo.

Se trata de un ejemplar excepcional en manos particulares, destacando desde el Ayuntamiento que de esta forma la capital pasa a ser uno de los pocos enclaves de Europa que cuentan con una de estas rarezas salvajes. Su importancia es mayúscula, ya que esta mascota es uno de los escasos ejemplares en el mundo de esta subespecie felina, que se cree extinguida en su medio natural, según apuntaron ayer las mismas fuentes en un comunicado.

Tras este descubrimiento, la concejalía de Sanidad ha emprendido los trámites para conocer la procedencia y las circunstancias que rodean al animal, que el propietario de una casa de campo de esta partida alicantina mantiene enjaulado en un espacio de su patio, cerca de la piscina.

El área de Sanidad, dirigida por la edil Julia Llopis (PP), en coordinación con el veterinario municipal, va a requerir al propietario del tigre para que aporte la documentación, los permisos, seguros y demás requisitos que rodean la tenencia de un ejemplar de una especie peligrosa como esta.

Población en cautividad

El tigre albino o blanco, cuya denominación científica es la de «panthera tigris albinus», es producto de una rara mutación genética y su presencia se cree extinguida en el medio natural. No quedan en libertad. Sobreviven una veintena de ejemplares en cautividad en el mundo, entre parques zoológicos y otros centros, según el Consistorio, aunque según National Geographic serían casi 300 los animales que quedarían en el planeta.

La Policía Local y el Seprona de la Guardia Civil tienen conocimiento de la presencia del tigre y han elevado a sus superiores los debidos informes. Ahora, desde el Ayuntamiento se va a solicitar al dueño que muestre toda la documentación, así como los certificados relativos a vacunas y demás, y que tenga la oportunidad de acreditar la posesión legal de la fiera, de unos cinco o seis años de edad. Desde Sanidad también se tratará de comprobar si el propietario cumple con lo estipulado en la legislación sobre animales potencialmente peligrosos y si cuenta con la pertinente licencia.

Los datos conocidos hasta ahora por la concejalía apuntan a que el animal procede de otro propietario que también lo tenía en cautividad. Desde este departamento municipal estiman que estas fieras salvajes deben vivir en sus hábitats naturales, ya que el comercio alrededor de los mismos incide en su extinción. Aunque en este caso, esta mascota de lujo ya solo sobrevive en cautividad, ya que el último tigre blanco visto con vida fue en 1958. Hace ya más de 60 años, cuando fue abatido en la India.