Un hombre de 29 años ha sido condenado a cuatro años de prisión por abusar sexualmente de su sobrina, de 14 años, según el fallo de la Audiencia de Alicante al que tuvo acceso Efe. Además, el acusado, nacido en Elda, deberá cumplir una pena de libertad vigilada por otros cinco años, una vez que salga de prisión.

Los hechos se remontan a abril de 2016 cuando el condenado aprovechó que fue a casa de su hermana a pasar la noche, en el municipio de Sax, para acercarse a la cama en la que dormía su sobrina y practicarle tocamientos en la barriga y en los pechos hasta que la víctima le echó.

La Fiscalía solicitaba inicialmente doce años de prisión al estimar que ese episodio de tocamientos incluyó la penetración sexual, mientras que la defensa negó durante todo el proceso judicial cualquier tipo de contacto del acusado con la menor.

Según la sentencia, en el juicio sí quedó demostrada la existencia de los tocamientos, pero no se acreditó que llegara a producirse dicha violación ante la falta de memoria aducida por la víctima durante su declaración. La menor sí relató en el juicio que «tiempo antes de los hechos, su tío le insultaba y le decía que se quitase la ropa que llevaba, sintiéndose ella intimidada, hasta que la noche de autos, el acusado se pasó a la cama de la menor y empezó a tocarle por la parte de pecho estando esta despierta».

La víctima añadió que, después, se durmió «y no recuerda nada más, si bien se levantó con las bragas manchadas de sangre que no se correspondía con la de la menstruación, y parte de la ropa quitada, sin poder explicar en qué momento se le despojó de la ropa ni que persona se la quitó». Aunque la menor señaló que con convencimiento de que «esa noche perdió la virginidad, y que tenía la certeza de que fue su tío», las lagunas en el recuerdo de lo sucedido y también que «nada oyó ni vio la madre de la menor, que dormía en la misma habitación», el tribunal concluye que «tales lagunas de memoria o de consciencia, por mucho que se pretenda proteger a las víctimas menores, no pueden llenarse en contra del reo».

Los forenses que examinaron a la menor «tampoco pueden suplir las omisiones de las declaraciones prestadas directamente por esta», por lo que la sentencia solo da por probados los tocamientos.

En cualquier caso, la sentencia sí estima que el condenado se valió de su relación de «prevalimiento» sobre su sobrina. Y que, además, la víctima sufre estrés postraumático como consecuencia de esos abusos, por lo que se impone al condenado el pago de una indemnización de un total de 1.000 euros.