La defensa de Ana Julia Quezada, acusada por la muerte violenta de niño de ocho años Gabriel Cruz en febrero de 2018 en Rodalquilar (Níjar, Almería), ha subrayado la "discrepancia radical" sobre cómo se produjo la muerte del menor que hay entre los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) que firmaron el informe de autopsia y los peritos-médicos que elaboraron el informe con el que la acusación particular quiere acreditar que hubo ensañamiento.

"Existe una discrepancia radical sobre cómo se produce la muerte cronológicamente que el jurado tendrá que valorar", ha trasladado en declaraciones a los periodistas el letrado Esteban Hernández, quien ha subrayado que el "mecanismo" de la muerte y el "relato" de los "forenses de la administración de justicia coincide mucho más con lo que realmente sucedió aquel trágico día".

Hernández, quien ha insistido en que las siete mujeres y los dos hombres del jurado popular deben valorar la "intencionalidad" de Quezada, ha asegurado que se solicitó a la presidenta del tribunal, la magistrada Alejandra Dodero, que ambas periciales se celebrasen "conjuntamente" para "ilustrar" al jurado como marca el artículo 724 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal pero "consideró que no, que mejor lo hicieran por separado".

"Nosotros hemos consignado nuestra protesta porque creemos que debería haberse permitido que se entablase discusión entre los forenses", ha dicho para reiterar que el informe del IML "se ajusta más a lo acontecido". "Es más convincente que la pericial de parte porque la acusación particular busca una tesis que sustente la suya", ha indicado para tildar de "decisiva" la prueba que se ha practicado este lunes.

En esta línea, y tras destacar que resulta "llamativo que no se pongan de acuerdo las dos acusaciones", ha calificado de "comprensible" que la acusación particular "busque hechos que apoyen un relato más escabroso, más dramático y más terrible" y ha remarcado que los forenses "trabajan para la administración de justicia y están especializados en el estudio de muertes violentas".

Sobre los datos psíquicos a los padres, Patricia Ramírez y Ángel Cruz, ha afirmado que "siempre es trágico que muera un hijo y más que muera víctima de un delito como es el caso, que no se discute y se admite por la acusada". "Obviamente, eso genera un sufrimiento que la ley contempla", ha dicho.

"Pretendemos que no quede en una muerte banal, porque no lo fue"

Por su parte, el abogado de los padres de Gabriel Cruz ha trasladado que, tras la última sesión, "nuestro relato va a seguir manteniéndose sin ninguna duda" y ha destacado que el informe pericial-medico de parte tiene una "pretensión clara".

"En definitiva pretende que esto no se quede en una escena o una muerte banal, porque no lo fue. Queremos aclarar los hechos y hablar con claridad que hasta ahora no se había hecho. Hoy sí se ha hablado con claridad", ha asegurado en referencia a la declaración del médico Nicasio Marín.

En esta línea, y en la misma línea apuntada por la defensa de Quezada, ha admitido que "no coinciden en casi nada" con el informe emitido por el IML y en el que basa su calificación del crimen como un asesinato con alevosía la Fiscalía y que en el informe de parte "está toda nuestra discrepancia".