Tiroteado a plena luz del día en una zona residencial de la playa de Muchavista. Un hombre español de 41 años murió ayer tras recibir dos disparos en la cabeza cuando paseaba a su perro frente a un parque infantil. La Guardia Civil ha asumido la investigación del asesinato y busca a dos ciudadanos magrebíes como presuntos autores del crimen. La Benemérita baraja un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico. De hecho, la víctima estaba siendo investigada por la Policía Nacional por formar parte de un grupo dedicado a asaltar a bandas de narcos para robarles alijos de droga.

De forma simultánea a la investigación realizada en la escena del crimen por la Guardia Civil, agentes del Grupo Especial de Respuesta contra el Crimen Organizado (GRECO Levante) de la Policía Nacional se personaron también en la zona y detuvieron a un amigo de la víctima que está considerado como el presunto cabecilla de la banda que estaba siendo investigada por realizar vuelcos de droga (robos) a grupos rivales. El GRECO ya desmanteló recientemente una banda implicada en asaltos a narcos, entre ellos el tiroteo ocurrido este año en El Campello.

El crimen se produjo sobre las dos de la tarde en la calle Alcalde Jose Poveda Verdú, en el término municipal de El Campello. La víctima se encontraba paseando a su perro en un tramo del vial próximo a la vivienda donde residía, junto a un parque infantil en la zona trasera del centro comercial de Villa Marco. Según los datos recabados por los investigadores, los autores llegaron en un vehículo y uno de los ocupantes se bajó y realizó un primer disparo por la espalda en la cabeza a la víctima y tras caer al suelo le pegó otro tiro en la frente.

De inmediato los autores huyeron del lugar en el vehículo y aunque los servicios de emergencia acudieron con rapidez los sanitarios sólo pudieron certificar el fallecimiento del hombre, un español de unos 41 años que vivía de alquiler en la zona desde marzo.

Efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional acudieron al lugar del suceso y precintaron la zona. Los propios residentes aseguraron que no vieron nada y que «se habían asomado» al escuchar los disparos. Una vecina indicó que escuchó dos disparos y pensó que era la mascletà de las fiestas de Sant Joan. Uno de los momentos más delicados fue cuando la pareja del hombre se personó en el lugar y necesitó asistencia médica por un ataque de ansiedad.