El «animus necandi» se podría resumir en la intencionalidad de matar y en este caso en concreto la Audiencia de València no ha tenido duda a la hora de considerar que la brutal paliza que un hombre de 34 años le propinó a su ex pareja en Benimàmet (Valencia) en octubre de 2017 es constitutiva de homicidio en grado de tentativa. «Si atendemos a la forma de actuar del acusado, quien la agredió con las manos y los pies de forma indiscriminada, golpeando tantas veces el rostro de la víctima que incluso llegó a sacarle un ojo de su órbita», así como que «la víctima prácticamente se desangra» y la «gran violencia desplegada por el procesado, que la golpeó con saña hasta que la creyó muerta», la sentencia concluye que la clara intención del acusado era la de matar a su compañera, que pasó varios días en coma tras la agresión.

La Audiencia de València condena al acusado a penas que suman los nueve años y nueve meses de prisión por homicidio en grado de tentativa, lesiones por otra paliza cometida diez días antes, amenazas y quebrantamiento de medida cautelar.