La playa de Sant Sebastià de Barcelona permanecerá cerrada al baño hasta mañana, cuando está previsto que llegue un barco de la Armada que se hará cargo de explosionar una bomba antigua hallada sumergida en el agua, a tres metros de profundidad y a 25 de la costa.

Según ha informado el teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, los artificieros de la Guardia Civil han comprobado el estado del artefacto explosivo, un proyectil probablemente aéreo y procedente de la Guerra Civil, y han visto más seguro pedir auxilio a la Armada tras considerar que podía ser peligroso manipularlo.

Por ello, han solicitado la ayuda de los especialistas de la Armada, que ya han zarpado de Cartagena (Murcia) y que llegarán mañana, cuando probablemente procederán a hacer una explosión controlada del artefacto.

Batlle, que ha comparecido ante los periodistas acompañado por la alcaldesa accidental, Laura Pérez, ha explicado que el artefacto ha sido descubierto esta mañana por un agente de la Guardia Civil de mar durante una "operación rutinaria".

Según fuentes de los cuerpos policiales, el artefacto es un proyectil de 1,10 metros de alto y 80 centímetros de diámetro.

"Es habitual encontrar este tipo de elementos, pero hoy ha sido más espectacular por ser un domingo y estar en plena temporada de verano", ha comentado el concejal.

Los cuerpos de la Guardia Civil, Guardia Urbana, los Mossos d'Esquadra y la policía portuaria han colaborado en las tareas de búsqueda del artefacto y desalojo de la playa de Sant Sebastià, que se encontraba llena de bañistas en este caluroso domingo del mes de agosto, mientras que se ha prohibido también el baño en la zona.

Tras la localización del artefacto, la única zona de la playa de la Barceloneta en la que no es posible el baño y que continúa cerrada es la que se encuentra justo frente a los dos clubs náuticos.

Batlle ha agradecido "el civismo" mostrado por los ciudadanos que han tenido que abandonar la playa siguiendo las instrucciones de la policía.