La localidad francesa de Noisy-le-Grand, situada a las afueras de Saint-Denis (a apenas 15 kilómetros de París), se ha visto conmocionada por lo que algunos testigos han calificado de "horror aislado" después de que un hombre que aún no ha sido detenido matase de un disparo a un camarero de 28 años en una pizzería.

Según han relatado los testigos, el autor del disparo se habría enfadado con la víctima porque "estaba tardando mucho en servirle el sándwich" que éste había pedido. El diario The Guardian afirma que recibió el tiro en el hombro, pero que todos los intentos por reanimarle fueron en vano y murió antes de la llegada de los sanitarios.

Brigitte Marsigny, alcaldesa del municipio, ha mostrado sus condolencias a los familiares del joven camarero y ha precisado que, aunque se trata de un crimen que la ha "horrizado" personalmente, se trata de un "hecho aislado" y pide que "no se estigmatice" al vecindario. Sin embargo algunos vecinos de la zona, han declarado a los medios que la localidad viene arrastrando problemas relacionados con el tráfico de drogas y los pequeños crímenes desde hace tiempo.