Un juzgado de Benidorm ha impuesto una orden de alejamiento a un grupo de trileros que le impide acercarse a las principales zonas turísticas de la ciudad, informó ayer la Comisaría Provincial de Alicante. Una nueva medida que podría ser la vía para poder luchar contra esta lacra contra la que viene clamando desde hace años el sector turístico de Benidorm. La orden de alejamiento implica que, en caso de que los detenidos fueran sorprendidos en las zonas restringidas estarían cometiendo un delito por quebrantamiento.

Esta nueva actuación contra el «trile» tuvo lugar a comienzos de esta semana por agentes de la Brigada de Policía Judicial de Benidorm, que arrestaron a los cinco miembros por robar a los turistas y por estafa. Ante la acumulación de antecedentes policiales que tenían cuatro de los cinco detenidos, que sumaban entre ellos más de sesenta arrestos, el juzgado de Instrucción número uno de Benidorm ha dictado una orden de alejamiento que les impide acercarse a las zonas de mayor tránsito de turistas. El paseo de la Playa de Levante, la avenida del Mediterráneo o la zona guiri del Rincón son algunos de los puntos donde suelen colocarse los trileros a la caza de sus víctimas.

El único medio de vida del grupo

Desde la Comisaría se incidió en que el trile y los hurtos eran el único medio de vida de este grupo, que actuaba de manera organizada con el mismo modus operandi . Las víctimas de esta red solían ser personas extranjeras o de edad avanzada que se acercaban a las mesas de cartón que los trileros usan como improvisada mesa de juego. En el timo, uno se encarga de manejar la bola, otros llevan a cabo labores de vigilancia para alertar de la presencia policial y otros actúan de gancho simulando que apuestan y ganan, incitando a las víctimas a que hagan lo mismo. En el grupo detenido, había otros miembros con la función de colocarse detrás del perjudicado, atento al contenido de la cartera. En caso de que la víctima se echara atrás y decidiera no apostar, en ocasiones era este componente de la banda el encargado de quitarle la cartera y huyendo del lugar, con el amparo del resto de la banda, evitando cualquier posibilidad de reacción por parte de la víctima, desconcertada por la rapidez de los acontecimientos.

Los cinco detenidos fueron detenidos fueron arrestados tras un dispositivo policial orientado a la localización y detención de los miembros de la banda. Los detenidos son tres hombres y dos mujeres de nacionalidades española y austriaca, con edades comprendidas entre los 32 y los 63 años.

Nuevo panorama

La orden de alejamiento dictada por el juzgado supone una nueva vía para la lucha contra el «trile», después de que una sentencia de la Audiencia de Alicante hubiera tumbado una de las principales herramientas legales que estaba usando el Ayuntamiento de Benidorm para combatirlo. Los trileros que desoían los requerimientos de la autoridad para ejercer esa actividad ilegal en la vía pública eran llevados al juzgado por un delito de desobediencia y se estaban dictando condenas en las que se les imponían penas de multa de hasta 700 euros y les constaban antecedentes penales. La Audiencia de Alicante revocó la condena a uno de estos trileros al considerar que los hechos enjuiciados no tenían entidad suficiente para ser constitutivos de delito y procedía a su absolución, en una resolución que marcaba jurisprudencia.

Desde hacía más de un año, y tras solo poder sancionarlos con multas que nunca pagan al ser insolventes, los agentes habían comenzado a denunciar a estas personas por un presunto delito de desobediencia contra la autoridad, es decir, por reincidir en el tiempo en la misma cuestión sancionable a pesar de las advertencias y las multas impuestas por los agentes. Por eso, la sentencia de la Audiencia cerraba la puerta a seguir usando esa vía.

Las fuentes consultadas por este diario señalaron que en el caso de incumplir la orden de alejamiento, los trileros podrían ser condenados por un delito de quebrantamiento y, en el caso de un incumplimiento reiterado, podrían ir a prisión.

No es la primera vez que los juzgados de Benidorm recurren este verano a las órdenes de alejamiento para tratar de evitar la acción de otros delincuentes multirreincidentes. El pasado mes de julio, otro juzgado decretó que un hombre no pudiera acercarse a la conocida «zona guiri» en el Rincón de Loix durante ocho meses para evitar que desvalijara a turistas tras ofrecerles sus servicios sexuales, una técnica que había empleado a principios de ese mes para quitarle el teléfono móvil a un ciudadano extranjero. Una medida que fue solicitada al juzgado y a la Fiscalía por la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Benidorm, y que contó con la colaboración de la Concejalía de Seguridad del Ayuntamiento.

Consejos para evitar ser víctima de estos grupos

La Policía recuerda que el trile se basa en la prestidigitación, donde la mano es más rápida que la vista. El trilero guardará la bola ganadora fuera de la vista, de modo que sea imposible ganar y la víctima pierda su dinero. Es frecuente en zonas turísticas, mesas y mercadillos. Desde la Comisaría se insiste en que el trile es una estafa y en él nunca se gana, por lo que lo mejor es no acercarse a estas mesas, no mostrar dinero u objetos de valor y tenerlos controlados.