El Juzgado de Instrucción número 11 de València investiga un posible caso de malos tratos a un menor de solo quince meses que ingresó en el Hospital La Fe de València el pasado domingo con dos traumatismos craneoencefálicos. Además, en las pruebas toxicológicas realizadas en dicho centro hospitalario se han hallado restos de cocaína y cannabis en el organismo del pequeño, según ha podido saber este medio.

El Grume (Grupo de Menores) de la Policía Nacional trata de esclarecer ahora cómo accedió el menor a las sustancias estupefacientes. Las pesquisas se centran en el entorno familiar, ya que hay algún miembro drogodependiente.

Asimismo, respecto a los dos traumatismos que presentaba en la cabeza el bebé, los padres del pequeño alegaron tras ser interrogados por la policía que las lesiones se las había causado de forma «accidental» tras sendas caídas en el plazo de las dos últimas semanas.

La madre lo llevó a Urgencias

La madre del bebé, una joven de 19 años, llevó a su hijo al servicio de Urgencias del Hospital La Fe de València el pasado domingo por la tarde. Según explicó a los médicos que le atendieron, el niño «estaba decaído y tenía somnolencia». La progenitora también les comunicó que dos días antes el niño se había caído, de ahí que tuviera un golpe en la cabeza, aunque según explicó, no llegó a perder el conocimiento tras esta supuesta «caída accidental».

De igual modo, cuando los médicos le preguntaron por otro traumatismo craneoencefálico que presentaba el bebé, la mujer argumentó que dos semanas antes también se cayó y se golpeó la frente con una mesita. Respecto a la posibilidad de que el pequeño hubiera ingerido algún tipo de sustancia estupefaciente, en ese primer momento los padres mantuvieron silencio sobre si había en la casa alguien que consumiera drogas.

Fue al día siguiente cuando, tras el resultado de las pruebas toxicológicas, los facultativos detectaron presencia de cocaína y cannabis en la orina del bebé. Rápidamente se activó el protocolo para judicializar el caso por la intoxicación del menor, que unida a los traumatismos que presentaba en la cabeza, apuntan a un posible caso de malos tratos. El Grume de la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación, coordinada por el Juzgado de Instrucción número 11 de València, y también se alertó a los servicios sociales ante el riesgo de desprotección del menor, de solo quince meses.

Entorno familiar

Tras ser interrogado por la policía el padre del niño reconoció que es consumidor de marihuana, pero niega haber consumido cocaína en el domicilio. Así, sostiene que en el domicilio familiar conviven con el abuelo -su padre- y dos tíos, quienes sí que podrían estar consumiendo sustancias estupefacientes en la casa, a las cuales habría podido tener acceso el pequeño. Las investigaciones sobre la posible responsabilidad penal de los padres o de algún otro miembro de la familia continúan abiertas.

Una condena reciente por otra intoxicación por cocaína de un bebé

Esta misma semana este periódico publicaba la condena a los padres de un bebé que también sufrió una intoxicación por ingesta de cocaína, en un municipio de l'Horta, en agosto de 2017. La Audiencia Provincial de València les impone sendas penas de dos años de prisión a ambos al no quedar acreditado que tuvieran intención de causarle daño al pequeño, pero sí por «un grave incumplimiento de sus deberes» como progenitores al exponer a su hijo al peligro de una intoxicación por drogas que le ha dejado «secuelas irreversibles».