La Policía Nacional ha desarticulado una peligrosa banda armada que estaba asentada en Murcia y Alicante y se dedicaba a cometer «vuelcos», robar droga a otras organizaciones haciéndose pasar por miembros de las Fuerzas de Seguridad. En la operación han sido detenidas siete personas y se han intervenido 2.200 kilos de hachís y armas de guerra. Uno de los «vuelcos» de droga en el que estaría implicada la banda desarticulada es el cometido el pasado mes de abril en El Campello, cuando unos narcos fueron tiroteados para robarles un alijo de hachís que acababan de desembarcar en la zona de la Coveta Fumà.

Tanto los arrestos como los cuatro registros domiciliarios de la operación se han llevado a cabo en la Región de Murcia, según informó ayer la Dirección General de la Policía.

La droga incautada podría ser el alijo de hachís robado por la banda tras el tiroteo de la Coveta Fumà y el análisis de las armas incautadas -dos fusiles, dos pistolas, una pistola detonadora modificada, numerosos cargadores y cajas de munición- permitirá confirmar si alguna de ellas se corresponde con los casquillos hallados en El Campello, como sospecha la Policía.

Las investigaciones, en las que habrían participado agentes de la UDYCO de la Policía de Murcia y del GRECO Levante con sede en Alicante, se iniciaron el pasado enero con la colaboración del NCA británico, el oficial de enlace y el magistrado de enlace de la Policía italiana en España.

El grupo investigado estaba asentado en Alicante y Murcia y los formaban ciudadanos españoles, marroquíes, italianos y británicos. Según la Policía, la organización exportaba marihuana y hachís sobre todo a Italia y en alguna ocasión al Reino Unido. Para ello, utilizaban camiones a nombre de una empresa de Murcia.

La investigación policial reveló que el grupo delictivo almacenaba la droga en naves industriales situadas en polígonos con la finalidad de enmascarar sus actividades con el devenir habitual de las empresas de transporte, aunque también la ocultaba en chalets con garajes situados en zonas residenciales para tener mayor vigilancia y seguridad.

Depósitos manipulados

Los miembros de la red manipulaban el depósito de combustible de los camiones para guardar la droga en compartimentos ocultos y distribuirla por las diferentes rutas.

Estos escondites estaban hechos de una forma tan eficiente que, incluso habiendo pasado controles de combustible en carreteras, no se había advertido el depósito donde se encontraba el estupefaciente.

La explotación de la operación policial se llevó a cabo con posterioridad al tiroteo ocurrido en abril en El Campello, donde fueron detenidas 8 personas de la banda asaltada. La Policía detectó que habían ocultado una importante cantidad de hachís en un domicilio y en una nave industrial de Molina de Segura y en el momento en que iban a sacar la mercancía se inició el dispositivo.

Además de detener a siete personas y decomisar 2.200 kilos de hachís, la Policía Nacional intervino las armas mencionadas, que estaban municionadas, cuatro turismos, tres cabezas tractoras, dos dispositivos de geolocalización, chalecos antibala y de la Guardia Civil, dos máquinas envasadoras, dos selladoras, una máquina troqueladora y dos inhibidores de frecuencia.