La Policía Nacional ha detenido en Alicante dos ciudadanos portugueses de 47 y 58 años que estaban siendo buscados por las autoridades de su país tras ser condenados el pasado junio a 15 años de prisión por trata de seres humanos y detención ilegal. La víctima era un compatriota de los arrestados que padece una enfermedad mental y fue explotado laboralmente en ferias y festivales de la provincia, donde trabajó sin cobrar nada y vivió en condiciones de esclavitud durante más de diez meses.

Las autoridades de Portugal cursaron el pasado 4 de julio la orden europea de detención y entrega y la Policía Nacional logró localizar a los dos sospechosos apenas nueve días mas tarde en Alicante. Los detenidos fueron puestos a disposición del juzgado central de Instrucción en funciones de guardia de la Audiencia Nacional para tramitar su extradición a Portugal.

Según informó ayer la Comisaría Provincial, los dos detenidos fueron juzgados en su país y un tribunal de Braganza les condenó el pasado mes de junio a 15 años de prisión.

Los hechos por los que han sido condenados se produjeron durante los años 2017 y 2018. Según la información facilitada por la Policía, los fugitivos se aprovecharon de la situación de necesidad de un compatriota que padece una enfermedad mental y no tenía trabajo ni domicilio. Le ofrecieron la posibilidad de trabajar para ellos como vendedor ambulante de globos en ferias y festivales, todo ello bien remunerado.

El hombre aceptó y se trasladó con los ahora condenados hasta Alicante, donde «vivió en condiciones de esclavitud, sin cobrar ningún sueldo por su trabajo, sin la posibilidad de disponer de teléfono, subsistiendo en condiciones degradantes y sin ningún tipo de higiene», según se recoge en la sentencia.

Amenazas y agresiones

De nada le sirvió negarse a seguir trabajando porque la respuesta de sus empleadores fueron amenazas de muerte y agresiones físicas. Después de diez meses y medio de calvario en la provincia de Alicante, la víctima consiguió huir y regresar a Braganza.

Sin embargo, fue localizado de nuevo en Braganza a finales de diciembre de 2018 y tras hacerle beber alcohol lo captaron de nuevo y lo trajeron de nuevo a Alicante. Sin embargo, unos días más tarde logró liberarse y pedir auxilio.

Según el fallo judicial de Portugal, los acusados se aprovecharon de la situación personal de la víctima para obligarle a trabajar por la fuerza y explotarle, manteniéndole en una situación de fragilidad y dependencia, obligado a vivir en pésimas condiciones, siendo controlado en todo momento mediante intimidación, amenazas y agresiones.

Además de estos arrestados, la Policía Nacional ha detenido en los últimos cuatro días a otras dos fugitivas en Alicante y en Elche.

La arrestada en Elche era buscada en Francia para cumplir una pena de siete años de prisión por estafas inmobiliarias y además le constaban dos reclamaciones judiciales de juzgados españoles.

La detenida en Alicante era reclamada por las autoridades serbias por una plantación de marihuana.