Un matrimonio de origen británico ha sido condenado a cuatro años de prisión por engañar a dos ancianos, también extranjeros, a los que cuidaba en el municipio de Xàbia para quedarse con 166.332 euros de su propiedad a partir de varias transferencias y de la entrega de cheques bancarios.

En una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, la Audiencia de Alicante considera que los dos procesados, de 51 y 67 años, son responsables de un delito continuado de estafa.

No obstante, les absuelve del delito de apropiación indebida por el que también se les acusaba, al no quedar demostrado que los condenados pudiesen haber utilizado tarjetas de crédito del matrimonio de ancianos para realizar varias extracciones de dinero de sus cuentas bancarias.

Los hechos enjuiciados tuvieron lugar entre finales de 2011 y julio de 2013. Según el fallo, los dos procesados trabajaban como asistentes al cuidado personal del matrimonio, de avanzada edad.

Además, el varón perjudicado se encontraba aquejado de Parkinson desde 2005, lo que le suponía pérdida de memoria y dificultades de movilidad.

Los acusados consiguieron crear "una relación de confianza y total dependencia de los ancianos", mucho más estrecha que la mera relación laboral, dice la resolución judicial.

Así, subraya el tribunal, se "aprovecharon" de esa confianza para lograr que realizasen traspasos económicos a sus propias cuentas.

De acuerdo con los cálculos mantenidos por la acusación particular, que ejercía la familia de los ancianos, se llegó a transferir hasta 385.902 euros.

De esa cantidad, la propia acusación consideró que sí podía estar justificado el pago de al menos 116.680 euros en concepto de salarios, compras de artículos para el hogar o de la ejecución de obras y labores de mantenimiento en el domicilio.

La sentencia concluye que, en efecto, los dos procesados obtuvieron el traspaso de cantidades económicas en su propio beneficio y rechaza la versión exculpatoria que habían ofrecido, al asegurar que unos supuestos familiares del matrimonio de ancianos les dijeron que se quedasen con el dinero.

Según el fallo, no se ha identificado a esos supuestos parientes y la defensa tampoco los propuso como testigos "a fin de corroborar esta versión".

Así, la sentencia fija finalmente en 166.332 euros la cantidad con la que los condenados deberán indemnizar a la familia de los ancianos.