Un policía nacional de Alicante que estaba fuera de servicio resultó herido en la cara el pasado miércoles al intervenir en un caso de malos tratos en la vivienda de un vecino que estaba intentando agredir a su mujer y a sus hijas menores de edad. El presunto maltratador estaba muy violento y el policía estuvo forcejeando con el agresor para reducirle mientras llegaban otros policías de servicio. Al final tuvo que ser sedado por el SAMU porque no se tranquilizaba.

El suceso ocurrió sobre las ocho de la mañana en un inmueble de la avenida Pintor Xavier Soler y la pareja del detenido relató a los policías que su compañero llegó a casa a primera hora de la mañana en un estado de mucha alteración y muy violento. Según la mujer, comenzó a romper cristales de las puertas e intentó agredir a su pareja e hijas menores. La abuela de las niñas tuvo que interponerse para evitar que las agrediera, aunque a una de ellas, de sólo 3 años, le dio una patada.

El policía que resultó herido es vecino de la familia y no se lo pensó dos veces cuando escuchó el incidente familiar y entró a auxiliar a las víctimas del agresor. Sin embargo, tuvo serios problemas para inmovilizarlo porque estaba muy violento, actitud que mantuvo cuando llegaron los agentes que acudieron a la emergencia, los cuales observaron restos de sangre en la puerta de la casa y escucharon gritos y llantos de niños.