Una máquina para fabricar electricidad. Éste era el novedoso invento para el que un septuagenario de nacionalidad alemana buscaba financiación tras haberse afincado en la localidad de Els Poblets. La Audiencia de Alicante juzga si hubo estafa a un empresario de la misma nacionalidad que llegó a pagar 55.000 euros para invertir en el negocio que no llegó a buen puerto.

El acusado aseguró ayer en el jucio que su invento era una realidad, pero que debido a las dificultades económicas que había sufrido no había podido construir más que un prototipo y que seguía buscando financiación para sacar adelante su invento. El procesado aseguró que tiene otros inventos patentados y que el dinero que estas patentes le generan ingresos.

Energías limpias

El perjudicado declaró por videoconferencia desde su país, donde aseguró que tenía fábricas de productos alimenticios que le generaban una importante factura eléctrica. «Soy una persona preocupada por las energías limpias y renovables y me pareció un proyecto interesante en el que invertir», explicó al tribunal. Las negociaciones empezaron en Els Poblets el 18 de febrero de 2010, reunión a la que siguieron otras e intercambio de correos electrónicos donde el acusado le detallaba minuciosamente las ventajas y características de su invento y los detalles del negocio para construirla. El compromiso era que la máquina generara 50 kw por hora.

Así, consiguió primero que comprara 15.000 euros en acciones de las empresa del acusado en septiembre de 2011, así como la compra de una de las máquinas por 40.000 euros. Al pasar el tiempo y no recibir ni la máquina, ni ver progresos para su construcción, el inversor presentó una querella. Ayer en el juicio, aseguró que recientemente había podido recuperar el dinero y que no reclamaba nada contra el acusado.

El fiscal le pedía tres años y medio de cárcel y ayer mantuvo la acusación a efectos formales; mientras que la defensa indició en que se trató de un incumplimiento contractual y negó engaño alguno.