Todo fue un malentendido. Este es el argumento del gijonés de 42 años sorprendido por varios paseantes cuando se encontraba paseando descalzo por la orilla de la playa de San Lorenzo con su bebé de 45 días en brazos el pasado domingo a las ocho de la mañana. El padre de la niña, que ya ha sido dado de alta después de ingresar en el área de Psiquiatría del Hospital de Jove -no encontraron ninguna patología tras su examen médico-, explicó que al percatarse de la presencia policial en la arena "se asustó y se bloqueó" por completo.

El argumento de este vecino de Gijón, tal y como explicó su mujer el mismo domingo, fue que después de que la niña se hubiese pasado toda la noche llorando optó por salir a dar una vuelta para que la madre pudiese descansar. El lugar elegido fue la playa de San Lorenzo. Con su hija en brazos accedió al arenal por la escalera 10 y se descalzó para dar un paseo por la orilla. Un vecino de los edificios de la avenida de Rufo García Rendueles le pareció una escena extraña y alertó a la Policía Nacional, temeroso de que las intenciones fuesen las de causar daño a la menor.

De inmediato se personaron en el lugar cuatro dotaciones de la Policía Nacional, que bajaron a la arena y se acercaron a este hombre para interesarse por la niña. No obstante, lejos de encontrar colaboración, el hombre apretó a su hija contra el pecho al tiempo que pedía a los agentes que no se acercasen. Los policías, por su parte, trataron de mediar con él para que les entregase al bebé, que estaba ya presentando síntomas de hipotermia -comenzaba a ponerse morado- y estaba poco abrigado para su edad y el frío matinal del domingo.

El hombre tenía un discurso poco coherente, con frases inconexas, de poco sentido y casi sin llegar a verbalizar. Tampoco fue capaz de explicar qué hacía a esas horas y en ese lugar frío. Además, pedía que no se le acercasen. Fueron momentos de confusión. Es por ello que después de entregar al bebé a la policía fue trasladado al Hospital de Joven para un examen psiquiátrico. Los informes médicos realizados descartan cualquier patología y achacan lo ocurrido a que "se bloqueó" por la presencia policial.

El objetivo del progenitor era arropar a la niña y evitar cualquier peligro para ella. En eso ya coincidían los agentes, que no tuvieron la impresión de que quisiese hacer daño a su hija. Todo se complicó a raíz del bloqueo que sufrió al encontrarse con tantos agentes de la Policía Nacional y no supo reaccionar. Mientras él era examinado en el Hospital de Jove, su hija y su esposa eran atendidas en el Hospital de Cabueñes por seguridad.

Investigación

La Unidad de Familia y Mujer (Ufam) de la Policía Nacional se encuentra al frente de esta investigación para dar por zanjado lo ocurrido. Ayer por la tarde, de hecho, se entrevistaron con los padres del bebé, por separado, para conocer las versiones y así esclarecer este incidente que causó un enorme revuelo en la mañana del domingo entre los paseantes habituales.