Estaba obsesionado con el presidente de la asociación Remar y cuchillo en mano atacó a distintos empleados de esta fundación en Alicante, en Alcalá de Henares (Madrid) y en Murcia. El acusado, que padece una esquizofrenia paranoide que le hace inimputable por estos hechos, fue juzgado ayer por el apuñalamiento ocurrido en Alicante, mientras que todavía está pendiente de ser enjuiciado por los otros dos incidentes en sus respectivas provincias.

La Fiscalía le considera una persona peligrosa y por ello se le reclamó una medida de internamiento durante diez años en un psiquiátrico penitenciario. Durante el juicio, el Ministerio Público elevó de homicidio a asesinato el delito que le imputaba, al entender que fue un ataque inesperado en el que la víctima no tuvo posibilidad de defenderse.

Los hechos por los que fue juzgado ayer ocurrieron el 25 de mayo del año pasado, en las instalaciones de Remar en la calle San Pablo de Alicante. Según el escrito de acusación, el procesado accedió a las instalaciones y acuchilló en el abdomen a uno de los empleados con un cuchillo que llevaba escondido entre sus ropas, mientras le decía: «Toma hijo de puta, dale recuerdos a Miguel Díez» (que es el fundador de Remar).

Ideas delirantes

El acusado padece una esquizofrenia paranoide desde el año 2004 con ideas delirantes que le hacen pensar que el fundador de Remar «es un espíritu demoniaco que le hace ritos satánicos, se mete en su cabeza, le insulta, le impone cosas y le toca la espalda y los genitales». También cree que los camiones y los trabajadores de Remar le persiguen y le provocan por donde va. A causa de estos trastornos es inimputable, por lo que la Fiscalía solicita la absolución y el internamiento en un psiquiátrico penitenciario como medida de seguridad durante diez años.

Desde la defensa, el abogado Manuel Vives planteó que los hechos eran un delito de lesiones y el cumplimiento de la pena con un tratamiento ambulatorio. El acusado aseguró ayer que no recordaba nada de los hechos que le imputaban.

La víctima fue atendida inicialmente por lo que parecía ser un corte superficial y dado de alta. Sin embargo, a las pocas horas tuvo que ser intervenido nuevamente de urgencia al sufrir una peritonitis. La Consellería de Sanidad reclama al acusado una indemnización de 10.327 euros por los gastos de asistencia sanitaria de la víctima. El juicio por el apuñalamiento de Alicante quedó ayer visto para sentencia en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial.

El de Alicante fue el segundo de los tres apuñalamientos por los que está acusado. El primero ocurrió en Alcalá de Henares el 27 de marzo del año pasado y el presunto autor pudo ser detenido a los pocos días. El juzgado le ingresó inicialmente en un Hospital Psiquiátrico en Madrid, desde donde fue trasladado a Orihuela. El 25 mayo tuvo lugar el apuñalamiento en Alicante, pero entonces no fue detenido. Pocos días después, el 2 de junio, ocurría otro hecho similar en el local de la asociación en Murcia.

El modus operandi llamó la atención de los agentes de la Brigada de Homicidios de Alicante, porque el caso de Alicante era idéntico a los registrados en Madrid y en Murcia. En todos ellos, se abordaba por sorpresa a uno de los empleados, se le apuñalaba y el autor se daba inmediatamente a la fuga. El hombre permanece en prisión preventiva desde su arresto en junio de 2018.