Un jurado popular comenzará hoy la deliberación en el juicio por el ajuste de cuentas en Benidorm que se saldó con un muerto y un herido tras un enfrentamiento entre colombianos y malienses en un piso del Rincón de Loix. A primera hoy, la magistrada Virtudes López que preside el jurado les entregará el objeto del veredicto. Los dos colombianos acusados del asesinato también ejercen la acusación contra los malienses, a quienes imputan los delitos de estafa, robo con violencia y lesiones.

La Fiscalía mantuvo ayer en su informe de conclusiones que los hechos son constitutivos de un asesinato consumado y otro en grado de tentativa, manteniendo su acusación inicial, por la que pide penas que suman 32 años de cárcel para cada uno de los dos colombianos. Desde el Ministerio Público se sostiene que fue un crimen planificado para que los apuñalados no tuvieran posibilidad de defenderse. La fiscal sólo modificó su escrito para establecer que el motivo de la reyerta fue una transacción de droga, ya que hasta la fecha sólo decía que se debió causas no determinadas.

Según la acusación, el padre sería el autor material de las puñaladas, mientras que el su hijo habría colaborado en los hechos para que el primero pudiera acuchillarlos cuando se marcharan de la casa.

Los hechos ocurrieron la tarde del 26 de noviembre en un edificio del Rincón de Loix de Benidorm en el que residían los colombianos y a donde los malienses habían ido a realizar una transacción. Según los primeros, era para comprar unos televisores; según los segundos, un alijo de medio kilo de cocaína. Los colombianos, representados por el abogado Aitor Esteban Gallastegui, aseguran que los tres malienses trataron de robarles; mientras que las defensas de éstos, las letradas del turno de oficio Verónica Yáñez y Belén García Espasa, aseguran que los colombianos les tendieron una emboscada para matarles. Durante el turno de última palabra, los colombianos aseguraron que ellos no eran unos asesinos y que no tenían intención de matar a nadie.