El fallecido en el ajuste de cuentas de Benidorm entre colombianos y malienses no podía haber sobrevivido de la puñalada en el corazón sufrida durante la reyerta, según declararon los forenses ayer durante la tercera jornada del juicio con jurado popular que durante esta semana se celebra en la Audiencia de Alicante. En el banquillo se sientan, por un lado, dos ciudadanos colombianos, padre e hijo, a quienes se piden penas que suman 32 años de cárcel por los delitos de asesinato consumado y otro en grado de tentativa tras el ataque a puñaladas. Por el otro lado, se sientan en el banquillo los malienses implicados en la pelea y a quienes los colombianos acusan de estafa y robo con violencia en grado de tentativa, así como dos delitos de lesiones.

Los hechos ocurrieron la tarde del 26 de noviembre en un edificio del Rincón de Loix de Benidorm en el que residían los colombianos y a donde los malienses habían ido a realizar una transacción. Según los primeros, era para comprar unos televisores; según los segundos, un alijo de medio kilo de cocaína. Los colombianos, representados por el abogado Aitor Esteban Gallastegui, aseguran que los tres malienses trataron de robarles; mientras que las defensas de éstos, las letradas del turno de oficio Verónica Yáñez y Belén García Espasa, aseguran que los colombianos les tendieron una emboscada para matarles.

Los forenses que practicaron la autopsia al fallecido, de 37 años, aseguraron que la víctima presentaba tres cuchilladas, de las cuales una era mortal. La puñalada alcanzó al corazón y, según el testimonio de los peritos, el hombre no hubiera sobrevivido a ella, ni siquiera en el caso de encontrarse en un hospital y recibir asistencia inmediata. Las otras dos eran un corte superficial y otra herida en la mano, que apunta a que puso ser una lesión causada al intentar defenderse. El hombre murió en el coche cuando huía en el coche junto con sus dos compañeros, vehículo que fue interceptado por la Guardia Civil en Altea. Los médicos del SAMU trataron de reanimarlo durante dos horas, pero finalmente acabó falleciendo por la pérdida masiva de sangre. Los forenses descartaron que dicha puñalada pudiera producirse de manera accidental.

El otro de los malienses que resultó herido presentaba dos puñaladas, una en el brazo y otra en el tórax. Mientras que la primera era un corte superficial que pudo producirse mientras intentaba defenderse la segunda entró por el costado y llegó a perforar hasta el colon. Según la médico que le atendió, la víctima podría haber fallecido en horas en caso de no haber sido atendido, ya que la herida intestinal podría haber desencadenado una peritonitis.

Salto por la ventana

Ayer también declararon los forenses que examinaron las lesiones que sufrieron los colombianos. El primero de los peritos asegura que la lesión en el tobillo era compatible con una caída desde una altura de cinco metros. El hombre asegura que saltó por la ventana de la casa, sita en un primer piso, cuando empezó el enfrentamiento. El otro de los forenses también certificó que el segundo presentaba lesiones compatibles con haber sido golpeado en la cabeza con un objeto contundente, así como irritación en los ojos por haber sido rociados con gas pimienta.

El juicio concluirá hoy con los informes de conclusiones de las partes y el viernes comenzará la deliberación del jurado.