La Guardia Civil ha intervenido 627 reptiles vivos entre ellos varios ejemplares de tortuga mora, un animal que goza de la máxima protección y ha detenido o investigado a seis personas por tráfico ilícito de especies.

Son los principales resultados de la Operación Blizzard, coordinada por Interpol y Europol, y desarrollada en 22 países de todo el mundo, entre ellos España, donde la Guardia Civil ha realizado 217 inspecciones en establecimientos de venta de animales, mayoristas, coleccionistas privados y transportistas.

Como resultado, los agentes han formulado 25 denuncias por diferentes infracciones de contrabando, a la normativa de consumo, comercio y venta de animales, la de sanidad animal y a la de medio ambiente.

Entre las aprehensiones realizadas cabe destacar la de 627 reptiles vivos de numerosas especies, algunas de ellas de gran valor ecológico, entre las que se encuentran la tortuga mora (Testudo graeca), la tortuga gigante de Aldabra (Aldabrachelys gigantean) o la tortuga de espolones africana (Centrochelys sulfata).

Algunas de estas incautaciones se han practicado en Almería y Murcia por la venta irregular de tortuga mora, objeto de deseo por numerosos coleccionistas y en criaderos de reptiles registrados legalmente, pero que esconden otras actividades ilícitas sobre especies más raras y valiosas en el mercado negro.

También se han detectado irregularidades relacionadas con la ausencia de permisos para mantener núcleos zoológicos por no gestionar correctamente los residuos generados o por no mantener las adecuadas condiciones higiénico-sanitarias.

En los 22 países europeos en los que se ha desarrollado la Operación Blizaard se han intervenido aproximadamente 1.500 serpientes, lagartos y geckos vivos, en tanto que a nivel mundial se han incautado 4.419 animales vivos, incluyendo 2.703 tortugas, 1.059 serpientes, 512 lagartos y geckos y 20 cocodrilos y caimanes.

Entre los países participantes, se incluyen Australia, Bélgica, Bosnia y Herzegovina, Canadá, Dinamarca, Estonia, Francia, Alemania, Hungría, Israel, Italia, Letonia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, Sudáfrica, España, Suecia, Suiza, Ucrania y Estados Unidos.

El delito contra el medio ambiente, en auge

Las estimaciones de Interpol señalan al delito contra el medio ambiente como uno de los que mayor crecimiento está experimentando a nivel internacional, principalmente motivado por el amplio beneficio económico que obtienen las redes criminales especializadas que operan en este ámbito.

Según informes de Naciones Unidas e Interpol, los delitos medioambientales se sitúan como el cuarto negocio ilegal más lucrativo a nivel mundial tras el tráfico de drogas, la falsificación de productos y el tráfico de personas.

Sus ganancias se estiman entre 91.000 y 258.000 millones de dólares anuales, a un ritmo de crecimiento del 5 al 7 %, también anual.

La Guardia Civil destaca que España, por su ubicación geográfica y vínculos comerciales y culturales es lugar de tránsito o destino de numerosos tráficos ilegales de especies de flora y fauna desde África y América Central y del Sur con destino al mercado interior, al resto de Europa y al continente asiático.