El ingeniero informático encarcelado este jueves por grabar a su familia con cámaras ocultas en el cuarto de baño también espió a su expareja, según confirmaron ayer a este diario fuentes cercanas al caso. Tal como publicó este periódico, el detenido ingresó el prisión el miércoles después de que una de las hijas de su actual compañera sentimental denunciara que las habían estado grabando con cámaras ocultas. La investigación apunta a que el sospechoso podría haber estado grabando a su familia durante los últimos cuatro años. En la vivienda estaban la actual pareja sentimental del detenido y las dos hijas de esta última.

Aunque el hombre adujo en el juzgado que contaba con la autorización de su familia para poner las cámaras y que las colocó para asegurarse de que las adolescentes no tomaban drogas, la familia del detenido fue tajante al asegurar ante el juez que en ningún momento consintieron a las instalación de las cámaras y que todas las imágenes se tomaron sin su consentimiento. Durante el interrogatorio también se detectaron indicios de que el sospechoso pudo haber maltratado psicológicamente a su pareja, hecho que se está investigando. La Policía está trabajando en identificar a todas las personas que aparecen en las imágenes y, según fuentes policiales, podrían ser hasta veinte. Entre ellas, se encuentra la pareja que tuvo el detenido antes de la ahora denunciante.

Detención

El hombre fue detenido y la Policía requisó abundante material informático en la vivienda, entre ellos discos duros y otros dispositivos de memoria en los que se encontrarían las imágenes. Se le imputa un delito contra la intimidad. Las pesquisas apuntan a que el hombre podría haber estado almacenando esas imágenes durante los últimos cuatro años. Las cámaras estarían camufladas en bolígrafos espía.

La investigación realizada por la Policía apunta a que el hombre pudo haber estado almacenando imágenes durante al menos cuatro años de todas las personas que usaban el cuarto de baño. Incluso de las hijas de su pareja sentimental cuando éstas eran menores de edad, según apuntaron las fuentes policiales consultadas por este diario. Al parecer había al menos otra cámara en la vivienda, pero las pesquisas se están centrando en la del cuarto de baño, ya que también se habrían grabado a otras personas que fueron al servicio mientras estaban en dicho domicilio. Por el momento, la investigación ha descartado que esas imágenes se hayan compartido con terceras personas y todo apunta a que el ahora detenido las tendría guardadas para su propio consumo.

La defensa, que lleva la letrada Pilar Beneyto, reclamaba la puesta en libertad del sospechoso, con una orden de alejamiento que le impidiera acercarse a las denunciantes mientras se completaba la instrucción, al considerar que se trataba de una medida menos gravosa que la prisión. Sin embargo, el juzgado a instancias de la Fiscalía y ante la gravedad de los hechos acordó la prisión.