La Audiencia de Alicante sentó ayer en el banquillo a un joven acusado de haber dado anfetaminas mezcladas con agua sin que ésta lo supiera. La Fiscalía pide para él una pena de tres años y medio de cárcel por un delito conta la salud pública tras el juicio que ayer quedó visto para sentencia. El acusado negó tajantemente haber drogado a su amiga, mientras que ella sostuvo en el juicio que debió ser él, aunque no llegó a verle físicamente mezclando las pastillas con el agua. Los análisis de la víctima no dejaban lugar a dudas de que había restos de anfetamina en la sangre. La joven tuvo que ir al hospital al encontrarse mal.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 20 de febrero de 2017 en un pub del Puerto de Alicante en el que coincidieron el acusado y la víctima, que se conocían de hacía tiempo. El hombre quiso invitarla a una copa pero ella rechazó la invitación y se limitó a pedir agua. La Fiscalía sostiene que el acusado mezcló las drogas con el agua tras comprar el botellín. La mujer notó un sabor amargo en la bebida y se marchó a casa de su hermana después de que empezara a encontrarse mal. Una vez allí, los mareos y las palpitaciones se mantenían, por lo que la víctima tuvo que ir al hospital. Allí se detectó que había consumido anfetaminas, después de hacerle una analítica.

En el juicio, el acusado negó haber sido la persona que drogó a la joven. Sin embargo, la joven había estado antes en otros locales y con otras personas. La analítica de la joven confirmaba que ésta tomó anfetaminas, sin embargo, el agua no llegó a ser analizada. La mujer se marchó al empezar a notar que se encontraba mal y la única referencia es que ésta tenía un sabor muy amargo, empezando a sentirse mal poco después de haber tomado el primer trago. Al no haberse analizado el botellín de agua que supuestamente contenía la droga, no se ha podido determinar la cantidad de anfetamina que la víctima había ingerido.