La Audiencia de Alicante sentó ayer en el banquillo a un vecino de Elda acusado de almacenar miles de archivos de contenido pedófilo que se había descargado de Internet. La Fiscalía le reclama una pena de seis años de cárcel al considerarle autor de un delito de distribución de pornografía infantil, aunque alternativamente planteó otra acusación por la tenencia de este material.

El juicio quedó ayer visto para sentencia en la Sección Tercera de la Audiencia, donde el acusado admitió que se había descargado ese material, aunque adujo que no sabía que desde la carpeta del ordenador en la que se guardaban estos archivos, otros usuarios de redes P2P tenían acceso a ellos y se podían descargar este material.

Tras el registro autorizado por un juzgado de Elda el 15 de mayo de 2016, las Fuerzas de Seguridad encontraron en su domicilio donde encontraron abundante material de contenido pedófilo. Este material se encontraba en el interior de dos ordenadores y hasta treinta discos duros que se encontraban en el domicilio. Los agentes habían llegado hasta él tras detectar que desde la IP de su ordenador se descargaban y se compartían con frecuencia material audiovisual de contenido pedófilo. En ellas aparecían imágenes explícitas de actividades sexuales de niños y niñas de menos de 16 años, aunque también había otro tipo de archivos de gran crudeza sexual.

Cada vez que material de ese tipo se mueve a través de Internet, la alerta llega a las Fuerzas de Seguridad que pueden hacer un seguimiento de las personas que se han descargado el material pedófilo.

El acusado padece «un trastorno adaptativo mixto con síntomas ansioso depresivos reactivo a estresantes psicosociales y conductas parafínicas». La Fiscalía considera que este trastorno no reduce su responsabilidad en los hechos, ya que, en el momento en que fue reconocido por el psiquiatra forense, éste concluyó que el procesado conservaba su capacidad de conocer y actuar, por lo que es imputable.

Medidas alternativas

Ante las explicaciones ofrecidas por el acusado en el juicio de que no sabía que el material descargado era accesible a otros usuario, el fiscal planteó la alternativa de que pudiera ser condenado por el delito de tenencia, dada la abundancia de archivos intervenidos. No obstante, desde el Ministerio Público se consideraba que el acusado tenía un conocimiento del nivel de funcionamiento de las redes P2P para darse cuenta de que estaba compartiendo los archivos. El hecho de compartir los vídeos y fotografías en la red conlleva que se le reclame una pena mayor, al ser considerado como uno de los distribuidores de este material prohibido.

La pena que se le reclama es de seis años de cárcel, aunque desde la Fiscalía se ha planteado otras medidas como la participación del acusado en cursos de educación sexual, así como la inhabilitación durante cinco años para ejercer actividades que conlleven el contacto regular y directo con menores de edad. El juicio quedó ayer visto sentencia.