Tras casi un año y medio imputado por un atraco a punta de pistola en una sala de juegos de Benidorm, un joven estudiante de 19 años ha conseguido demostrar que era inocente del robo y los mensajes de WhatsApp que esa noche se envió con su novia han sido una de las pruebas que le han exculpado. Un juzgado de Benidorm ha cerrado la causa para él sin llevarlo a juicio al considerar que no hay suficientes indicios para llevarle a juicio. Aunque el sospechoso no llegó a ingresar en prisión por estos hechos, se había tenido que marchar a vivir a Galicia tras su arresto.

El robo se produjo poco después de medianoche del pasado 11 de diciembre en un salón de juegos de Benidorm. Un encapuchado que ocultaba su rostro con un pasamontañas y una gorra encima se dirigió a una empleada del local apuntándole con un arma de fuego y exigiéndole el dinero de la cajas registradora y la caja fuerte. En apenas un minuto, el atracador logró hacerse con un botín de 11.500 euros y huyó a la carrera del local.

Arrestado en el aeropuerto

Dos meses después, un estudiante de 19 años sin antecedentes y que vivía en La Nucía era arrestado en el aeropuerto de El Altet cuando se disponía a coger un vuelo a Galicia como presunto autor del atraco. «Pensé que se trataba de una broma», aseguró cuando vio que los agentes iban hacia él, pero pronto vio que todo iba en serio. «Nunca supe por qué habían sospechado de mí», aseguró a este diario el joven investigado, pero durante dos meses estuvo siendo investigado por la Policía, con el teléfono intervenido.

La investigación policial sostenía que el sospechoso era el autor del atraco porque sus características físicas coincidían con las del encapuchado. La abogada Mónica Guirao ha tratado de demostrar que el sospechoso no tenía nada que ver con el atraco y la llave para exculparle ha estado en el teléfono móvil. La investigación fue declarada compleja a fin de que se pudieran rebatir las acusaciones. Un informe pericial sobre el posicionamiento del teléfono ha certificado que el joven se encontraba en su domicilio de La Nucía intercambiando mensajes de Whatsapp con su novia. El análisis pericial del teléfono ha determinado que estos mensajes no habían sido manipulados.

La defensa también mantenía que la descripción física del atracador no coincidía con la del detenido, ni en altura, ni en complexión. A lo que se añade el detalle de que el asaltante llevaba la pistola en la mano izquierda, cuando el acusado no es zurdo. En el momento del arresto, el acusado solo llevaba en metálico 3,40 euros. A pesar de encontrarse en el aeropuerto, siempre ha asegurado que no trataba de huir sino que se iba a pasar unos días de viaje.

El sobreseimiento de las actuaciones ha contado también con el visto bueno de la Fiscalía. La magistrada de Benidorm que ha acordado el cierre de la investigación argumenta que los informes periciales apuntan que «las conversaciones de WhatsApp no han podido ser manipuladas, coincidiendo plenamente la franja horaria en que se produjeron con la del atraco», según el auto de archivo al que ha tenido acceso este diario. La resolución añade que el terminal telefónico del sospechoso se encontraba en La Nucía, una versión que también fue corroborada por varios testigos ante el juzgado. La magistrada también incide en que las características físicas del atracador no coinciden con las del investigado, por lo que concluye que existen «dudas más que razonables» sobre la autoría del atraco.