La vocación de servicio al ciudadano no la pierden nunca los miembros de las Fuerzas de Seguridad, ni siquiera cuando les llega la jubilación. Un policía nacional jubilado frustró el pasado lunes por la noche una agresión machista en una calle del centro de Alicante y tras salir en defensa de una mujer que estaba siendo abofeteada por su marido el presunto maltratador huyó pero fue detenido poco después por la Policía.

La agresión machista se originó por una disputa relacionada con la negativa de la mujer a autorizar que su marido se marchara a Francia con los dos hijos de la pareja, un niño de 13 años y una niña de 3. Fuentes cercanas al caso indicaron que la mujer y su marido, ambos de nacionalidad argelina, están casado pero el hombre pasa largas temporadas en Francia.

El arrestado llegó recientemente a Alicante desde Francia y lo hizo con una única intención. Según explicó a la Policía la mujer agredida, su marido vino exclusivamente a Alicante con el objetivo de llevarse a Francia a sus dos hijos de 3 y 13 años. Para ello necesitaba que la esposa le firmara una autorización, pero ella se negó a prestarle el consentimiento.

Amenazas y coacciones

Tras su negativa fue objeto de amenazas y coacciones durante varios días, según la víctima. Ello provocó una situación tensa en la que la mujer no dio su brazo a torcer y se mantuvo en su negativa a que los hijos se fueran a Francia.

El pasado lunes estaba la pareja paseando por la calle Pintor Aparicio de Alicante sobre las once de la noche cuando se produjo la agresión machista. Según la versión de la mujer, mientras caminaban su marido le quitó el teléfono móvil y comenzó a leer las conversaciones que había mantenido ella con una amiga a través de Whatsapp. En dichas conversaciones le explicaba lo que pretendía hacer su marido, por lo que se inició una discusión entre ambos y el hombre le propinó varias bofetadas en la cara.

Dicha agresión fue presenciada por un policía nacional recientemente jubilado que ha prestado servicio treinta años en Alicante. El agente se interpuso entre agresor y víctima para evitar que continuara la agresión y tras recriminarle por lo que estaba haciendo el hombre optó por huir del lugar sin su esposa pero con su hija de 3 años.

Antes de irse le quitó a su mujer el bolso donde tenía los pasaportes de sus hijos, un teléfono móvil y 1.100 euros.

La sala del 091 fue alertada del suceso y tras personarse varias patrullas en la calle Pintor Aparicio se dirigieron al domicilio de la pareja, donde localizaron y detuvieron al marido en el portal del inmueble.