La Fiscalía ha solicitado este lunes a la Audiencia de Barcelona que decrete ya el ingreso en prisión de Joaquín Benítez, el exprofesor de los Maristas de Sants condenado a 21 años y nueve meses de cárcel por abusar sexualmente de cuatro alumnos, al considerar que existe un alto riesgo de reincidencia.

La sección 21 de la Audiencia había convocado este lunes una vista para decidir si enviaba al pederasta confeso a prisión pero, tras reunirse alrededor de media hora, el exdocente ha continuado en libertad provisional, régimen en el que se encuentra desde 2016.

Según han informado a Efe fuentes jurídicas, lo más probable es que la Audiencia tome la decisión mañana después de que la Fiscalía, las acusaciones de las víctimas y la ejercida por el Ayuntamiento de Barcelona hayan solicitado que Benítez ingrese en prisión lo antes posible, una petición a la que se ha sumado también la Generalitat.

El Ministerio Público considera que existe un gran riesgo de que el exprofesor, cuya sentencia condenatoria todavía no es firme, reincida porque "actúa por impulsos", así como de que eluda a la Justicia debido a la elevada condena que enfrenta y sobre la cual su defensa -ha dicho- presentará recurso la próxima semana.

Las acusaciones consideran, además, que el riesgo de fuga es alto porque existen "reclamaciones de otras víctimas" pendientes de que se inicien los trámites judiciales y que el condenado carece de "arraigo social" u "obligaciones" que garanticen su cooperación con la Justicia.

Antes de terminar la vista el tribunal ha concedido la última palabra a Benítez, quien ha señalado que "no entiende la prisa que tienen ahora (las acusaciones) para que entre en prisión" y ha recordado que ya ha pedido perdón a las víctimas.

Para las acusaciones, esta actitud denota que el exdocente está tratando de "evitar" o "alargar" su entrada en prisión y han recalcado que Benítez podría incluso autolesionarse o suicidarse para conseguirlo.

Por su parte, y de acuerdo con las mismas fuentes, los magistrados de la Audiencia han alegado "problemas de agenda" para evitar decidir hoy mismo sobre la cuestión, que "probablemente" se dilucidará mañana.

El exprofesor está en libertad condicional desde 2016, cuando compareció por primera vez como investigado, porque el juez instructor consideró entonces que no presentaba riesgo de fuga y había comparecido ante la justicia siempre que había sido citado.

A finales de abril, la Audiencia lo condenó a 21 años y 9 meses de cárcel por su conducta "perversa y odiosa" al abusar de cuatro menores de entre 12 y 14 años durante 2006 y 2008, pero descartó que actuara "protegido" por los Maristas al no tener la "certeza" de que la dirección del centro conociera sus conductas.

El tribunal dio por probado que los abusos del exprofesor de educación física han incidido "de forma permanente" en la vida de las víctimas hasta el punto de condicionar su personalidad, y también que el docente aprovechó su "jerarquía" y superioridad, por lo que le inhabilitó durante 13 años y 8 meses.

Además, le impuso una indemnización de 120.000 euros, a la que tendrá que hacer frente la Fundación Champagnat, propietaria de las escuelas Hermanos Maristas, como responsable civil subsidiaria en caso de que Benítez -que fue denunciado por otra decena de alumnos más pero cuyos casos están prescritos- no tenga suficiente dinero para abonarla.

El escándalo fue destapado a raíz de las denuncias del padre de una de las víctimas, Manuel Barbero, que tras la vista ha lamentado que Benítez haya salido de la Audiencia en libertad.

"Es un día más de angustia", ha subrayado, antes de agregar que "es evidente que su situación ha cambiado: se ha ido a vivir a Girona, tiene la posibilidad de estar en contacto con menores y la posibilidad de reiteración delictiva".