Una mujer embarazada ingresó el miércoles por orden judicial en el Hospital Universitario de Asturias (HUCA) para dar a luz al haber superado las 42 semanas de gestación. La niña nació esta madrugada, en torno a las 2 de la mañana, por cesárea debido a que el parto no progresaba.

A juicio de algunos especialistas este desenlace evidencia que, en este caso, la única solución era el ingreso de la madre para dar a luz. Los sanitarios intentaron hasta el último momento que el parto fuera natural. La mujer estuvo acompañada, en todo momento, de una matrona independiente.

La polémica

El ingreso en el HUCA tuvo lugar a las 17.30 horas de anteayer, miércoles. Pero fue ayer cuando estalló la polémica, al saberse que la hospitalización de una embarazada con más de 42 semanas de gestación había sido decretada por la jueza de guardia de Oviedo, y ejecutada por la Policía, tras una denuncia presentada por los médicos del complejo sanitario de Oviedo.

La embarazada había acudido puntualmente a las revisiones pertinentes en el HUCA, aunque según los ginecólogos de este hospital las interrumpió de forma voluntaria en la semana 35.

Lo que médicos y jueces consideraron una medida imprescindible para que un embarazo de riesgo llegue a buen puerto, otros lo calificaron de "una retención contra su voluntad" y denunciaron el peligro añadido de que el personal sanitario del HUCA incurriera en "violencia obstétrica y ensañamiento".